jueves, 18 de noviembre de 2010

Es de pequeño tamaño, esbelta y poco robusta, con el cuerpo de sección cilíndrica y cuello casi inapreciable. Normalmente mide entre 50 y 60 cm. de longitud total, aunque excepcionalmente puede llegar hasta los 75 cm. Su cabeza es pequeña con el morro prominente y una banda lateral oscura que va desde el orificio nasal hasta el cuello, después de atravesar el ojo y la comisura de los labios.
Ocupa gran variedad de medios entre los que se encuentra los bosques mixtos de ribera, pinares, las zarzas cercanas a prados y huertas, muros viejos, cercados con vegetación, terrenos con matorral, etc, buscando refugio bajo piedras y en los agujeros de los muros.
Puede adaptarse a vivir entre el nivel del mar y por lo menos los 1.600 metros de altitud.
Su distribución en la Península Iberica se limita a Galicia, una estrecha franja que se alarga por todo el norte, y a algunas zonas del centro, siempre dentro de la mitad norte peninsular, ocupando la región cantábrica, los sistemes Ibérico y Central, los Pirineos y el País Vasco. No está presente en las Islas Baleares ni en las Canarias.
Es ovovivípara, por lo que desarrolla los huevos dentro del útero y pare la cría.
Generalmente tiene 2 periodos de celo, que tienen lugar de marzo a mayo el primero y de agosto a octubre el segundo. Durante el acoplamiento, el macho muerde la cabeza de la hembra tras haberse situado por encima de ésta y haber juntado las cloacas enrollando las colas. Tras un periodo de gestación que, dependiendo de la climatología, dura unos 3 meses, se produce el parto, que puede tener lugar desde el mes de junio hasta el de noviembre, siendo más frecuentes los acaecidos entre los meses de septiembre y octubre. Da a luz entre 2 y 15 crías, aunque lo normal es que nazcan entre 5 y 9. La hembra expulsa las crías envueltas en una membrana transparente, enrolladas elípticamente, la cual rompen con el hocico al poco tiempo de nacer.

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