La culebra viperina (Natrix maura) adquiere su nombre por su parecido a una víbora en forma y color. Efectivamente, su cabeza, de forma triangular y generalmente con una mancha en V, es inusual para una culebra. En ella los ojos, naranjas con la pupila redonda, están situados de forma muy adelantada. Su cuerpo es grueso y su cola corta; llega a medir un metro aunque su longitud media es de 70 cm. La hembra es algo mayor que el macho.
Tiene una coloración en zigzag, variable entre amarillo-grisáceo y pardo-verdoso, aunque algunos ejemplares presentan matices rojizos. Este patrón recorre el dorso entre manchas oscuras con el centro claro. Su vientre es blancuzco o rojizo, a veces con tonalidades amarillentas.
Esta culebra no es venenosa, aunque adopta una postura defensiva imitando el ataque de las víboras si se la molesta, silbando y lanzándose hacia adelante aplanando la cabeza, y emite un olor desagradable o vomitan para ahuyentar a posibles depredadores. Nunca muerde; ni siquiera llega a abrir la boca para atacar.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Es de pequeño tamaño, esbelta y poco robusta, con el cuerpo de sección cilíndrica y cuello casi inapreciable. Normalmente mide entre 50 y 60 cm. de longitud total, aunque excepcionalmente puede llegar hasta los 75 cm. Su cabeza es pequeña con el morro prominente y una banda lateral oscura que va desde el orificio nasal hasta el cuello, después de atravesar el ojo y la comisura de los labios.
Ocupa gran variedad de medios entre los que se encuentra los bosques mixtos de ribera, pinares, las zarzas cercanas a prados y huertas, muros viejos, cercados con vegetación, terrenos con matorral, etc, buscando refugio bajo piedras y en los agujeros de los muros.
Puede adaptarse a vivir entre el nivel del mar y por lo menos los 1.600 metros de altitud.
Su distribución en la Península Iberica se limita a Galicia, una estrecha franja que se alarga por todo el norte, y a algunas zonas del centro, siempre dentro de la mitad norte peninsular, ocupando la región cantábrica, los sistemes Ibérico y Central, los Pirineos y el País Vasco. No está presente en las Islas Baleares ni en las Canarias.
Es ovovivípara, por lo que desarrolla los huevos dentro del útero y pare la cría.
Generalmente tiene 2 periodos de celo, que tienen lugar de marzo a mayo el primero y de agosto a octubre el segundo. Durante el acoplamiento, el macho muerde la cabeza de la hembra tras haberse situado por encima de ésta y haber juntado las cloacas enrollando las colas. Tras un periodo de gestación que, dependiendo de la climatología, dura unos 3 meses, se produce el parto, que puede tener lugar desde el mes de junio hasta el de noviembre, siendo más frecuentes los acaecidos entre los meses de septiembre y octubre. Da a luz entre 2 y 15 crías, aunque lo normal es que nazcan entre 5 y 9. La hembra expulsa las crías envueltas en una membrana transparente, enrolladas elípticamente, la cual rompen con el hocico al poco tiempo de nacer.
Ocupa gran variedad de medios entre los que se encuentra los bosques mixtos de ribera, pinares, las zarzas cercanas a prados y huertas, muros viejos, cercados con vegetación, terrenos con matorral, etc, buscando refugio bajo piedras y en los agujeros de los muros.
Puede adaptarse a vivir entre el nivel del mar y por lo menos los 1.600 metros de altitud.
Su distribución en la Península Iberica se limita a Galicia, una estrecha franja que se alarga por todo el norte, y a algunas zonas del centro, siempre dentro de la mitad norte peninsular, ocupando la región cantábrica, los sistemes Ibérico y Central, los Pirineos y el País Vasco. No está presente en las Islas Baleares ni en las Canarias.
Es ovovivípara, por lo que desarrolla los huevos dentro del útero y pare la cría.
Generalmente tiene 2 periodos de celo, que tienen lugar de marzo a mayo el primero y de agosto a octubre el segundo. Durante el acoplamiento, el macho muerde la cabeza de la hembra tras haberse situado por encima de ésta y haber juntado las cloacas enrollando las colas. Tras un periodo de gestación que, dependiendo de la climatología, dura unos 3 meses, se produce el parto, que puede tener lugar desde el mes de junio hasta el de noviembre, siendo más frecuentes los acaecidos entre los meses de septiembre y octubre. Da a luz entre 2 y 15 crías, aunque lo normal es que nazcan entre 5 y 9. La hembra expulsa las crías envueltas en una membrana transparente, enrolladas elípticamente, la cual rompen con el hocico al poco tiempo de nacer.
La culebra bastarda es la mayor de la Península y de Europa. Puede llegar a medir 240 cm, si bien las hembras son más pequeñas.
Su cabeza es alargada y tiene el hocico puntiagudo, con una depresión entre los ojos y los orificios nasales. Las escamas sobre los ojos son prominentes, lo que confiere a su mirada un aire penetrante y feroz, y las dorsales son puntiagudas con un pequeño surco longitudinal en el centro. Su cola es larga y delgada.
El color de los adultos varía entre el gris claro, el pardo o el verde oliva. En los machos adultos y en ejemplares viejos la zona anterior del cuerpo toma una coloración gris oscura conocida como "silla de montar". El vientre suele ser amarillento o blancuzco.
Es agresiva y si es molestada se erguirá como una cobra y hará notar su enfado con un siseo penetrante. Su veneno, de efectos locales, es inoculado por unos colmillos posteriores que sólo llegan a morder cuando su presa ya está bastante dentro de su boca, por lo que su mordedura, aunque puede ser dolorosa, no es peligrosa para el hombre.
Le gusta el calor y ocupa principalmente la zona mediterránea, pero en la meseta puede vérsela hasta los 1.500 m de altitud. En la Península Ibérica sólo falta en la Cornisa Cantábrica y los valles de los Pirineos. Ocupa principalmente los ambientes soleados, las zonas abiertas o de matorral o bosque, zonas rurales, cultivos... Es de costumbres diurnas y se desplaza a gran velocidad. Durante el verano le gusta subirse a los árboles.
La cópula tiene lugar en abril o mayo, y dará como resultado un número de huevos variable que dependerá en última instancia del tamaño de la hembra. La puesta se hace entre las hojas muertas. Los huevos eclosionan en agosto o septiembre. En octubre y hasta marzo la culebra bastarda hiberna.
Sus presas son insectos (sobre todo de los jóvenes), lagartijas, lagartos y otras culebras, así como roedores y otros pequeños mamíferos y pollos de pequeños pájaros.
Es frecuente encontrarla; sin embargo, como todas las grandes serpientes españolas, sufre persecución por ignorancia o por miedo. Sus poblaciones también acusan los efectos de los atropellos y de la disminución de sus presas.
No olvidemos que muchas veces los reptiles se alimentan de especies molestas para el hombre. Debemos protegerlos, entre otras razones, porque son nuestros mayores aliados contra las plagas, además de una de las mayores riquezas de nuestro patrimonio natural.
Su cabeza es alargada y tiene el hocico puntiagudo, con una depresión entre los ojos y los orificios nasales. Las escamas sobre los ojos son prominentes, lo que confiere a su mirada un aire penetrante y feroz, y las dorsales son puntiagudas con un pequeño surco longitudinal en el centro. Su cola es larga y delgada.
El color de los adultos varía entre el gris claro, el pardo o el verde oliva. En los machos adultos y en ejemplares viejos la zona anterior del cuerpo toma una coloración gris oscura conocida como "silla de montar". El vientre suele ser amarillento o blancuzco.
Es agresiva y si es molestada se erguirá como una cobra y hará notar su enfado con un siseo penetrante. Su veneno, de efectos locales, es inoculado por unos colmillos posteriores que sólo llegan a morder cuando su presa ya está bastante dentro de su boca, por lo que su mordedura, aunque puede ser dolorosa, no es peligrosa para el hombre.
Le gusta el calor y ocupa principalmente la zona mediterránea, pero en la meseta puede vérsela hasta los 1.500 m de altitud. En la Península Ibérica sólo falta en la Cornisa Cantábrica y los valles de los Pirineos. Ocupa principalmente los ambientes soleados, las zonas abiertas o de matorral o bosque, zonas rurales, cultivos... Es de costumbres diurnas y se desplaza a gran velocidad. Durante el verano le gusta subirse a los árboles.
La cópula tiene lugar en abril o mayo, y dará como resultado un número de huevos variable que dependerá en última instancia del tamaño de la hembra. La puesta se hace entre las hojas muertas. Los huevos eclosionan en agosto o septiembre. En octubre y hasta marzo la culebra bastarda hiberna.
Sus presas son insectos (sobre todo de los jóvenes), lagartijas, lagartos y otras culebras, así como roedores y otros pequeños mamíferos y pollos de pequeños pájaros.
Es frecuente encontrarla; sin embargo, como todas las grandes serpientes españolas, sufre persecución por ignorancia o por miedo. Sus poblaciones también acusan los efectos de los atropellos y de la disminución de sus presas.
No olvidemos que muchas veces los reptiles se alimentan de especies molestas para el hombre. Debemos protegerlos, entre otras razones, porque son nuestros mayores aliados contra las plagas, además de una de las mayores riquezas de nuestro patrimonio natural.
jueves, 11 de noviembre de 2010
El gran tiburón blanco o jaquetón es una de las criaturas más fascinantes y temidas de la naturaleza. Su sola mención provoca terror entre los bañistas (algo de culpa tiene Steven Spielberg y su famosa película Tiburón) y ha sido durante años injustamente atacado y masacrado por su inmerecida fama de insaciable devorahombres. La realidad es que cada año mueren en el mundo más personas por picaduras de abeja que por ataques de este escualo y cuando se produce algún incidente suele ser porque el tiburón confunde a su víctima con una suculenta foca, ya que el ser humano no se encuentra entre sus preferencias culinarias.
El jaquetón se caracteriza por tener el cuerpo robusto, con forma de huso y terminado en una cabeza cónica. Su dorso es de un color gris oscuro que contrasta con su blanco vientre. Posee dos aletas dorsales, siendo la primera más grande, y dos pectorales. Su piel es áspera y está cubierta de una especie de escamas duras llamadas dentículos dérmicos. En cuanto a sus medidas, suelen estar sobre los cuatro o cinco metros de longitud y los 1.200 kilogramos de peso, aunque se han llegado a encontrar ejemplares mayores de siete metros.
Tiene varias filas de dientes grandes y triangulares, de bordes aserrados tan afilados como cuchillas y tan pronto como uno se desgasta o rompe otra pasa a ocupar su lugar. Sus potentes mandíbulas pueden ejercer una fuerza trescientas veces mayor que las del hombre.
Al carecer de vejiga natatoria tiene que estar en constante movimiento ya que si parase de nadar se hundiría y moriría. Asimismo, su sistema respiratorio necesita que entre agua en las branquias constantemente.
Uno de sus sentidos más desarrollados es el oído ya que tiene unas células en su morro y laterales que le permiten detectar las corrientes electromecánicas, las vibraciones y los sonidos de baja frecuencia. Su sensible olfato le sirve para percibir una gota de sangre a kilómetros de distancia y su vista también está muy acusada.
El tiburón blanco se encuentra distribuido a lo largo de las regiones boreales, templadas, subtropicales y tropicales de ambos hemisferios. Suele encontrarse en la plataforma continental, cerca de la costa, en Sudáfrica, costa oeste y noreste de Norteamérica, Nueva Zelanda, Japón, China, Sudamérica, Australia y mar Mediterráneo. En la península Ibérica puede encontrarse en el Mediterráneo, Atlántico y Canarias aunque no es muy frecuente su avistamiento en nuestras aguas.
El tiburón blanco busca en las aguas templadas sus zonas de reproducción y cría. No es capaz de reproducirse hasta cerca de los nueve años de edad y suele tener entre 4 y 10 crías en cada parto (cada dos o tres años), de las cuales muchas no llegarán ni a nacer siendo devoradas por sus hermanos en el interior de la madre.
Es, junto a la orca, uno de los mayores depredadores marinos y su espectro de presas es muy amplio y variado (¡en su estómago han llegado a encontrarse hasta matrículas de coche!). Suelen alimentarse de grandes peces (atún, bacalao, pez espada ...), tortugas, focas, leones marinos, otros tiburones, pequeñas ballenas y algún que otro delfín. Tampoco se lo piensan demasiado a la hora de alimentarse de animales ya muertos.Curiosamente suelen rechazar a las nutrias y las aves marinas como alimento. Su metabolismo es muy rápido y eso les hace tener siempre un gran apetito. A pesar de tener más de 3.000 dientes no mastican a sus presas sino que las desgarran y se tragan los pedazos.
El jaquetón se caracteriza por tener el cuerpo robusto, con forma de huso y terminado en una cabeza cónica. Su dorso es de un color gris oscuro que contrasta con su blanco vientre. Posee dos aletas dorsales, siendo la primera más grande, y dos pectorales. Su piel es áspera y está cubierta de una especie de escamas duras llamadas dentículos dérmicos. En cuanto a sus medidas, suelen estar sobre los cuatro o cinco metros de longitud y los 1.200 kilogramos de peso, aunque se han llegado a encontrar ejemplares mayores de siete metros.
Tiene varias filas de dientes grandes y triangulares, de bordes aserrados tan afilados como cuchillas y tan pronto como uno se desgasta o rompe otra pasa a ocupar su lugar. Sus potentes mandíbulas pueden ejercer una fuerza trescientas veces mayor que las del hombre.
Al carecer de vejiga natatoria tiene que estar en constante movimiento ya que si parase de nadar se hundiría y moriría. Asimismo, su sistema respiratorio necesita que entre agua en las branquias constantemente.
Uno de sus sentidos más desarrollados es el oído ya que tiene unas células en su morro y laterales que le permiten detectar las corrientes electromecánicas, las vibraciones y los sonidos de baja frecuencia. Su sensible olfato le sirve para percibir una gota de sangre a kilómetros de distancia y su vista también está muy acusada.
El tiburón blanco se encuentra distribuido a lo largo de las regiones boreales, templadas, subtropicales y tropicales de ambos hemisferios. Suele encontrarse en la plataforma continental, cerca de la costa, en Sudáfrica, costa oeste y noreste de Norteamérica, Nueva Zelanda, Japón, China, Sudamérica, Australia y mar Mediterráneo. En la península Ibérica puede encontrarse en el Mediterráneo, Atlántico y Canarias aunque no es muy frecuente su avistamiento en nuestras aguas.
El tiburón blanco busca en las aguas templadas sus zonas de reproducción y cría. No es capaz de reproducirse hasta cerca de los nueve años de edad y suele tener entre 4 y 10 crías en cada parto (cada dos o tres años), de las cuales muchas no llegarán ni a nacer siendo devoradas por sus hermanos en el interior de la madre.
Es, junto a la orca, uno de los mayores depredadores marinos y su espectro de presas es muy amplio y variado (¡en su estómago han llegado a encontrarse hasta matrículas de coche!). Suelen alimentarse de grandes peces (atún, bacalao, pez espada ...), tortugas, focas, leones marinos, otros tiburones, pequeñas ballenas y algún que otro delfín. Tampoco se lo piensan demasiado a la hora de alimentarse de animales ya muertos.Curiosamente suelen rechazar a las nutrias y las aves marinas como alimento. Su metabolismo es muy rápido y eso les hace tener siempre un gran apetito. A pesar de tener más de 3.000 dientes no mastican a sus presas sino que las desgarran y se tragan los pedazos.
Es un artrópodo decápodo con un cuerpo cubierto por un caparazón (exoesqueleto) de consistencia dura, gracias a las impregnaciones de sales de calcio.
El cuerpo del cangrejo se presenta fragmentado en dos porciones una anterior o cefalotórax y otra posterior o abdomen. En la parte anterior se incluyen la cabeza y el tórax separadas por el denominado "surco cervical". La parte anterior del caparazón se prolonga en una extensión denominada "rostro" a cuyos lados se insertan los ojos. La boca se encuentra situada en la parte ventral de la cabeza y está rodeada de patas (maxilípedos) que auxilian al animal en la conducción y discriminación del alimento que habrá de ingerir a través del orificio bucal.
El cangrejo autóctono de nuestros ríos tiene 5 pares de patas (pereiópodos) insertadas lateralmente en la zona ventral del cefalotórax. El primer par de patas tiene unas pinzas muy desarrolladas y utilizadas para capturar su alimento. Los dos siguientes pares de patas tienen tambien unas pinzas pero de un tamaño considerablemente más pequeño y los dos pares últimos de patas poseen una uña. A excepción del primer par, todo el resto del conjunto de patas lo emplea, principalmente, para moverse. Al final del rostro se insertan, en la parte anterior, las denominadas antenas -más largas- y las anténulas -más cortas-. Este conjunto de apéndices sensoriales constituye su órgano del equilibrio.
Nuestro cangrejo de río no es realmente muy exigente en cuanto a los requerimientos del hábitat que le es preciso para vivir, no obstante agradece las aguas ricas en sales de calcio y cantidades de oxígeno disuelto en el agua comprendidas entre 3 y 12 mg/l le bastan, siendo también bastante amplio el margen de temperaturas que soporta (Entre 8,5 y 22ºC). Con todo el cangrejo puede ser un buen indicador de la calidad ambiental de nuestros ríos.
El acoplamiento reproductivo se produce poco antes de la hibernación y la hembra con una puesta de entre 40 y 80 huevos colocados bajo el abdomen y fijados en sus pleópodos los protege hasta la siguiente primavera, momento en que los huevos eclosionan
El cuerpo del cangrejo se presenta fragmentado en dos porciones una anterior o cefalotórax y otra posterior o abdomen. En la parte anterior se incluyen la cabeza y el tórax separadas por el denominado "surco cervical". La parte anterior del caparazón se prolonga en una extensión denominada "rostro" a cuyos lados se insertan los ojos. La boca se encuentra situada en la parte ventral de la cabeza y está rodeada de patas (maxilípedos) que auxilian al animal en la conducción y discriminación del alimento que habrá de ingerir a través del orificio bucal.
El cangrejo autóctono de nuestros ríos tiene 5 pares de patas (pereiópodos) insertadas lateralmente en la zona ventral del cefalotórax. El primer par de patas tiene unas pinzas muy desarrolladas y utilizadas para capturar su alimento. Los dos siguientes pares de patas tienen tambien unas pinzas pero de un tamaño considerablemente más pequeño y los dos pares últimos de patas poseen una uña. A excepción del primer par, todo el resto del conjunto de patas lo emplea, principalmente, para moverse. Al final del rostro se insertan, en la parte anterior, las denominadas antenas -más largas- y las anténulas -más cortas-. Este conjunto de apéndices sensoriales constituye su órgano del equilibrio.
Nuestro cangrejo de río no es realmente muy exigente en cuanto a los requerimientos del hábitat que le es preciso para vivir, no obstante agradece las aguas ricas en sales de calcio y cantidades de oxígeno disuelto en el agua comprendidas entre 3 y 12 mg/l le bastan, siendo también bastante amplio el margen de temperaturas que soporta (Entre 8,5 y 22ºC). Con todo el cangrejo puede ser un buen indicador de la calidad ambiental de nuestros ríos.
El acoplamiento reproductivo se produce poco antes de la hibernación y la hembra con una puesta de entre 40 y 80 huevos colocados bajo el abdomen y fijados en sus pleópodos los protege hasta la siguiente primavera, momento en que los huevos eclosionan
La mona de Berbería es el único primate (aparte del hombre, claro) que habita en Europa. Su localización en este continente se limita a Gibraltar, por lo que aquí también se le llama mona de Gibraltar. Su tamaño es mediano, de 60 a 72 cm de largo y unos 45 cm a la cruz (los machos son más robustos que las hembras), y no tiene cola. Llega a pesar unos 10-15 kg. Se desplaza siempre a cuatro patas, sin adoptar la postura erguida. Su pelo, pardo-amarillento por arriba y blancuzco en el vientre y la cara interna de las extremidades, es espeso y áspero, y lo muda en verano. Su frente es plana y sus ojos, dirigidos al frente, parecen hundidos. Su hocico es corto y sus orejas pequeñas.
Se aparean de octubre a abril. Después de una gestación de seis meses, nace un bebé de unos 500 g, que permanece lactante de tres a seis meses. Al año se independiza y alcanza su madurez sexual a los 3 o 4 años.
Su dieta es omnívora, aunque incluye más vegetales que carne. Su alimentación vegetariana la componen frutos, hojas, semillas, cortezas y raíces, lo que se completa con proteínas provenientes de insectos, escorpiones, lagartijas, pollos y micromamíferos.
Viven en grupos de 10 a 40 individuos, normalmente con un macho alfa. Los machos dedican mucho tiempo a las crías, casi tanto como las hembras, defendiéndolas y aseándolas cuando es necesario. Si bien los machos jóvenes abandonan el grupo cuando llegan a su edad reproductora, las hembras forman el núcleo familiar, al que se unen jóvenes machos provenientes de otros clanes. Se comunican vocalmente a través de ladridos y gruñidos.
Su hábitat preferido son las zonas rocosas y con ligera vegetación.
En cuanto al motivo de la presencia de este primate en el continente, la hipótesis más apoyada es la de la introducción humana. Hoy día quedan en la Península unos 100 individuos. La especie está catalogada a nivel mundial como Vulnerable y está en retroceso en África
Se aparean de octubre a abril. Después de una gestación de seis meses, nace un bebé de unos 500 g, que permanece lactante de tres a seis meses. Al año se independiza y alcanza su madurez sexual a los 3 o 4 años.
Su dieta es omnívora, aunque incluye más vegetales que carne. Su alimentación vegetariana la componen frutos, hojas, semillas, cortezas y raíces, lo que se completa con proteínas provenientes de insectos, escorpiones, lagartijas, pollos y micromamíferos.
Viven en grupos de 10 a 40 individuos, normalmente con un macho alfa. Los machos dedican mucho tiempo a las crías, casi tanto como las hembras, defendiéndolas y aseándolas cuando es necesario. Si bien los machos jóvenes abandonan el grupo cuando llegan a su edad reproductora, las hembras forman el núcleo familiar, al que se unen jóvenes machos provenientes de otros clanes. Se comunican vocalmente a través de ladridos y gruñidos.
Su hábitat preferido son las zonas rocosas y con ligera vegetación.
En cuanto al motivo de la presencia de este primate en el continente, la hipótesis más apoyada es la de la introducción humana. Hoy día quedan en la Península unos 100 individuos. La especie está catalogada a nivel mundial como Vulnerable y está en retroceso en África
El rebeco es un bóvido de unos 120 cm. de largo, 70 cm. de altura hasta la cruz y 35 kg. de peso.
Su constitución y tamaño son parecidos al de una cabra. Tanto el macho como la hembra tienen cuernos verticales, más largos que las orejas y curvados en el extremo hacia atrás en forma de garfio. Los del macho son más robustos. Tiene la cola corta.
En verano, el pelaje es pardorrojizo, con una línea negra que recorre el dorso. La cola, vientra y patas son oscuras. En invierno, el pelaje es pardonegruzco o negro, excepto la cabeza, el vientre y unas pequeñas manchas bajo la cola sobre los cuartos traseros que son de color blanco amarillento. Las bandas negras de la cabeza se mantienen durante todo el año. El pelo del dorso del macho es particularmente largo.
Habita en media y alta montaña, en extensiones de bosque. En verano asciende hacia los prados alpinos, a laderas de umbría, muchas veces desplazado hacia cotas elevadas por la presión humana o por el ganado. En invierno baja hasta las zonas soleadas del límite del bosque.
Está presente en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos.
Al inicio de la temporada reproductora (entre octubre y noviembre), los machos luchan entre sí por hacerse con un mayor número de hembras para sus harenes.
Tras la cópula y al cabo de unos 170 días de gestación, la hembra pare una cría (a veces dos) capaz de ver y andar y cubierta de pelo que permanece a su lado durante los dos primeros años de vida.
Se alimenta de hierbas, plantas herbáceas, brotes, hojas y acículas de coníferas, líquenes y musgos.
Es un animal sociable. Principalmente de actividad diurna, pasta durante las primeras horas del día y después del mediodía. Es sin embargo muy tímido, y ante cualquier molestia huye a la carrera con gran agilidad.
Corre y salta bien, y trepa ágilmente por las rocas.
Normalmente las hembras y las crías viven juntas, formando grupos numerosos de varias familias durante el verano, que se dispersan en otoño. Los machos se unen a esas manadas sólo durante el celo. Sus enemigos más destacados son el lobo y el hombre. Además, las poblaciones de rebeco pueden verse afectadas por diversas enfermedades y epidemias, como la sarna y la queratoconjuntivitis.
Su constitución y tamaño son parecidos al de una cabra. Tanto el macho como la hembra tienen cuernos verticales, más largos que las orejas y curvados en el extremo hacia atrás en forma de garfio. Los del macho son más robustos. Tiene la cola corta.
En verano, el pelaje es pardorrojizo, con una línea negra que recorre el dorso. La cola, vientra y patas son oscuras. En invierno, el pelaje es pardonegruzco o negro, excepto la cabeza, el vientre y unas pequeñas manchas bajo la cola sobre los cuartos traseros que son de color blanco amarillento. Las bandas negras de la cabeza se mantienen durante todo el año. El pelo del dorso del macho es particularmente largo.
Habita en media y alta montaña, en extensiones de bosque. En verano asciende hacia los prados alpinos, a laderas de umbría, muchas veces desplazado hacia cotas elevadas por la presión humana o por el ganado. En invierno baja hasta las zonas soleadas del límite del bosque.
Está presente en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos.
Al inicio de la temporada reproductora (entre octubre y noviembre), los machos luchan entre sí por hacerse con un mayor número de hembras para sus harenes.
Tras la cópula y al cabo de unos 170 días de gestación, la hembra pare una cría (a veces dos) capaz de ver y andar y cubierta de pelo que permanece a su lado durante los dos primeros años de vida.
Se alimenta de hierbas, plantas herbáceas, brotes, hojas y acículas de coníferas, líquenes y musgos.
Es un animal sociable. Principalmente de actividad diurna, pasta durante las primeras horas del día y después del mediodía. Es sin embargo muy tímido, y ante cualquier molestia huye a la carrera con gran agilidad.
Corre y salta bien, y trepa ágilmente por las rocas.
Normalmente las hembras y las crías viven juntas, formando grupos numerosos de varias familias durante el verano, que se dispersan en otoño. Los machos se unen a esas manadas sólo durante el celo. Sus enemigos más destacados son el lobo y el hombre. Además, las poblaciones de rebeco pueden verse afectadas por diversas enfermedades y epidemias, como la sarna y la queratoconjuntivitis.
La cabra montés o cabra hispánica es una de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica.
Se trata de un bóvido de menor tamaño que un ciervo y de complexión fuerte y robusta. El macho tiene una cornamienta grande, sin ramificar, que se desvía ligeramente hacia atrás. En la hembra es pequeña y delgada.
Su pelaje, de color pardo grisáceo por el dorso y blanco por el vientre, varía a lo largo del año.
El hocico es algo más corto que en la cabra doméstica. Su color de pelo varía desde el gris parduzco al pardo claro.
La presencia de barba en los machos, su mayor corpulencia y la gran extensión de manchas negras, les diferencia de las hembras.
Los machos miden, entre cabeza y cuerpo, 1,25 m y pesan de 50 a 58 kg. Las hembras miden 1 m y pesan de 30 a 36 kg.
La cabra montés habita en bosques y matorrales de alta y media montaña.
Sus poblaciones se distribuyen en Sierra de Gredos (Ávila), Puertos de Tortosa-Beceite (Cataluña), sierra madrileña y sierras del sur y este (Sierra Nevada, sierras malagueñas, Cazorla, Segura, etc.).
Es una especie polígama. La época de celo es entre noviembre y enero. Es entonces cuando se reúnen machos y hembras. Los machos se comportan agresivamente entre sí y luchan por las hembras. Se alzan sobre las patas traseras, entrechocando las cuernas al caer. El vencedor se hace con un pequeño harén que abandona después de las cópulas.
La gestación dura unos 5 meses, y la época de parto es entre abril y julio. Tienen entre una y dos crías, a las que amamanta hasta los seis meses de edad. Posteriormente, si la cría es un macho, abandona a la madre y se une a los otros machos.
Es una especie de hábitos diurnos en invierno, y se va haciendo nocturna en el verano. Tímida y tranquila, tiene un gran olfato y oído. Está dotada para andar entre rocas y saltar por paredes casi verticales o incluso hielo.
Muy gregario, forma grupos numerosos bien de hembras y crías o bien de machos. Aunque no migra, realiza largos viajes erráticos durante el invierno.
Entre los enemigos destacan los perros asilvestrados y los lobos, aunque éstos últimos actualmente ocupan áreas bastante alejadas de los territorios de las cabras montesas.
Devora indiscriminadamente cualquier materia vegetal, como hierbas, líquenes, cortezas, brotes y frutos. Con frecuencia lamen la sal que los pastores suministran al ganado.
Se trata de un bóvido de menor tamaño que un ciervo y de complexión fuerte y robusta. El macho tiene una cornamienta grande, sin ramificar, que se desvía ligeramente hacia atrás. En la hembra es pequeña y delgada.
Su pelaje, de color pardo grisáceo por el dorso y blanco por el vientre, varía a lo largo del año.
El hocico es algo más corto que en la cabra doméstica. Su color de pelo varía desde el gris parduzco al pardo claro.
La presencia de barba en los machos, su mayor corpulencia y la gran extensión de manchas negras, les diferencia de las hembras.
Los machos miden, entre cabeza y cuerpo, 1,25 m y pesan de 50 a 58 kg. Las hembras miden 1 m y pesan de 30 a 36 kg.
La cabra montés habita en bosques y matorrales de alta y media montaña.
Sus poblaciones se distribuyen en Sierra de Gredos (Ávila), Puertos de Tortosa-Beceite (Cataluña), sierra madrileña y sierras del sur y este (Sierra Nevada, sierras malagueñas, Cazorla, Segura, etc.).
Es una especie polígama. La época de celo es entre noviembre y enero. Es entonces cuando se reúnen machos y hembras. Los machos se comportan agresivamente entre sí y luchan por las hembras. Se alzan sobre las patas traseras, entrechocando las cuernas al caer. El vencedor se hace con un pequeño harén que abandona después de las cópulas.
La gestación dura unos 5 meses, y la época de parto es entre abril y julio. Tienen entre una y dos crías, a las que amamanta hasta los seis meses de edad. Posteriormente, si la cría es un macho, abandona a la madre y se une a los otros machos.
Es una especie de hábitos diurnos en invierno, y se va haciendo nocturna en el verano. Tímida y tranquila, tiene un gran olfato y oído. Está dotada para andar entre rocas y saltar por paredes casi verticales o incluso hielo.
Muy gregario, forma grupos numerosos bien de hembras y crías o bien de machos. Aunque no migra, realiza largos viajes erráticos durante el invierno.
Entre los enemigos destacan los perros asilvestrados y los lobos, aunque éstos últimos actualmente ocupan áreas bastante alejadas de los territorios de las cabras montesas.
Devora indiscriminadamente cualquier materia vegetal, como hierbas, líquenes, cortezas, brotes y frutos. Con frecuencia lamen la sal que los pastores suministran al ganado.
El lirón careto tiene una cola larga cubierta de pelos que se hacen más largos en su último tercio. Las patas anteriores constan de cinco dedos con un pulgar sumamente rudimentario, mientras que las posteriores tienen cinco dedos normales.
Es de color rojizo en el dorso y con el vientre blanco. Sobre sus densos ojos negros tiene una banda o mancha oscura que recuerda a un antifaz.Vive tanto en bosques de coníferas como en formaciones caducifolias o encinares, siempre que no sean muy densas, aunque prefiere los primeros. Se encuentra tanto a nivel del valle como hasta la alta montaña, alcanzando incluso los 2.800 m.
El lirón careto vive por toda la Península Ibérica y parte de las Islas Baleares.
El acoplamiento se lleva a cabo entre abril y junio. La gestación dura unos 23 días, tras los cuales nacen entre 4 y 5 crías a lo largo de cuatro semana.
De hábitos básicamente nocturnos, sólo durante el período de cópula es posible verle al atardecer con la llegada del crepúsculo. Su alimentación es omnívora, ya que se alimenta tanto de vegetales (granos de árboles, frutos salvajes y cultivados) como de animales (caracoles, saltamontes, ciempiés, arañas, mariposas, etc.).
Sube con facilidad a los árboles, "jugando" a menudo a hacer equilibrio cuando pasa de una rama a otra, aunque vive igualmente en tierra e incluso se cobija en ella en ciertos troncos caídos o en rocas donde construirá su nido con plumas, musgos y hierba.
El lirón careto hiberna desde octubre a abril-mayo en un cobijo subterráneo o en un nicho abandonado.
Es de color rojizo en el dorso y con el vientre blanco. Sobre sus densos ojos negros tiene una banda o mancha oscura que recuerda a un antifaz.Vive tanto en bosques de coníferas como en formaciones caducifolias o encinares, siempre que no sean muy densas, aunque prefiere los primeros. Se encuentra tanto a nivel del valle como hasta la alta montaña, alcanzando incluso los 2.800 m.
El lirón careto vive por toda la Península Ibérica y parte de las Islas Baleares.
El acoplamiento se lleva a cabo entre abril y junio. La gestación dura unos 23 días, tras los cuales nacen entre 4 y 5 crías a lo largo de cuatro semana.
De hábitos básicamente nocturnos, sólo durante el período de cópula es posible verle al atardecer con la llegada del crepúsculo. Su alimentación es omnívora, ya que se alimenta tanto de vegetales (granos de árboles, frutos salvajes y cultivados) como de animales (caracoles, saltamontes, ciempiés, arañas, mariposas, etc.).
Sube con facilidad a los árboles, "jugando" a menudo a hacer equilibrio cuando pasa de una rama a otra, aunque vive igualmente en tierra e incluso se cobija en ella en ciertos troncos caídos o en rocas donde construirá su nido con plumas, musgos y hierba.
El lirón careto hiberna desde octubre a abril-mayo en un cobijo subterráneo o en un nicho abandonado.
El Desmán es un pequeño mamífero que pertenece a la familia de los topos.
Su cuerpo no es muy alargado, mas bien ancho y aplastado, similar al de una rata. Su hocico tiene forma cónica y en su extremo existe una prolongación con forma de trompa móvil que mide unos 2 cm. y está provista de unos pelos sensibles. Es muy característica y en su extremo se encuentran los orificios nasales. Sus ojos son muy pequeños y no tiene orejas, encontrándose los oídos cubiertos por el pelo. Mide entre 9,8 y 13,5 cm., a lo que hay que añadir su larga cola que mide entre 13 y 15,6 cm., la cual tiene forma cilíndrica, aplastada por los lados y una quilla de pelos por la parte inferior. Su peso varía entre 35 y 61 gramos, con una media de unos 49,5 gramos.
Posee unas patas con 5 dedos cada una, que están provistas de fuertes uñas, y unas membranas entre los dedos a modo de aletas, que le sirven para facilitar la natación, estando las patas traseras más desarrolladas que las delanteras.
El pelo es espeso, muy peludo y con aspecto brillante. El de la espalda y el de los costados varía de castaño oscuro a gris, y el del vientre suele ser color crema.
El Desmán normalmente vive entre 3 y 4 años.
Su dentadura está compuesta por un total de 44 dientes, teniendo tanto en la mandíbula superior como en la inferior, 6 incisivos, 2 colmillos, 8 premolares y 6 muelas, diferenciándose entre premolares y muelas porque los primeros tienen 2 cúspides y los segundos 4.
Existen dentro de la Península 2 subespecies, Rufulus y Pyrenaicus, siendo la primera de inferior tamaño y ocupando la franja cantábrica, mientras que la segunda, que es más grande se limita a vivir únicamente en los Pirineos.
Su vida está relacionada directamente con las masas de agua, por lo que vive en cavidades naturales o en madrigueras seguramente ya excavadas, siempre cercanas a cursos de agua no contaminados, bien oxigenados y con abundante vegetación, o zonas pantanosas de montaña de iguales características.
Normalmente se mueve por un territorio de unos 200 metros, en el cual ocupa galerías al borde de los ríos, construyendo su nido bajo raíces de arbustos que crecen en los márgenes, valiéndose para ello de hojas, musgos, etc.
Puede llegar a vivir hasta una altitud de 2.000 metros.
Su situación dentro de la Península Ibérica se limita a los Pirineos, la Cordillera Cantábrica, Zonas del centro peninsular, Galicia y Norte de Portugal. Está ausente tanto en las Islas Baleares como en las Canarias.
Se trata de una especie clasificada como vulnerable por la "Lista roja de los vertebrados de España" publicada por ICONA en 1996.
Aparece recogida en el capítulo II del Convenio de Berna, que advierte que está en grave peligro de extinción y que debe ser objeto de especialísimos cuidados en cada país por lo que también está catalogada de "interés especial".
Le afecta especialmente la contaminación de los cursos de agua, motivo por el que ha desaparecido ya de gran parte del Sistema Central.
Pueden acontecer 1 ó 2 partos anuales, de los que nacería entre 1 y 5 crías por parto, guarneciéndose en nidos bien resguardados y tapizados con restos vegetales.
Se alimenta principalmente de todo tipo de invertebrados acuáticos, pudiendo capturar ocasionalmente crustáceos y algunos peces pequeños.
Es un animal preferentemente nocturno, aunque puede ser observado durante el día. Es acuático, por lo que nada y bucea perfectamente, ayudado sin duda por las "aletas" de las que están provistas sus patas.
Permanece activo durante todo el año, ya que no está sujeto a ningún periodo de reposo invernal ni estival.
Dentro de sus sentidos, debemos decir que su vista y su oído son mediocres, si bien cuenta con un olfato y un gusto muy desarrollados y un tacto extraordinario, que reside en los pelillos de su trompa, los cuales son muy sensibles a los cambios de presión del agua, detectando así obstáculos o presas a 1 metro de distancia.
Los machos depositan sus excrementos en objetos salientes con el objeto de delimitar su territorio.
Entre los animales que se alimentan del Desmán de los Pirineos, se encuentra el Visón Americano (Mustela vison), Visón Europeo (Mustela lutreola) y la cigüeña, etc.
Su cuerpo no es muy alargado, mas bien ancho y aplastado, similar al de una rata. Su hocico tiene forma cónica y en su extremo existe una prolongación con forma de trompa móvil que mide unos 2 cm. y está provista de unos pelos sensibles. Es muy característica y en su extremo se encuentran los orificios nasales. Sus ojos son muy pequeños y no tiene orejas, encontrándose los oídos cubiertos por el pelo. Mide entre 9,8 y 13,5 cm., a lo que hay que añadir su larga cola que mide entre 13 y 15,6 cm., la cual tiene forma cilíndrica, aplastada por los lados y una quilla de pelos por la parte inferior. Su peso varía entre 35 y 61 gramos, con una media de unos 49,5 gramos.
Posee unas patas con 5 dedos cada una, que están provistas de fuertes uñas, y unas membranas entre los dedos a modo de aletas, que le sirven para facilitar la natación, estando las patas traseras más desarrolladas que las delanteras.
El pelo es espeso, muy peludo y con aspecto brillante. El de la espalda y el de los costados varía de castaño oscuro a gris, y el del vientre suele ser color crema.
El Desmán normalmente vive entre 3 y 4 años.
Su dentadura está compuesta por un total de 44 dientes, teniendo tanto en la mandíbula superior como en la inferior, 6 incisivos, 2 colmillos, 8 premolares y 6 muelas, diferenciándose entre premolares y muelas porque los primeros tienen 2 cúspides y los segundos 4.
Existen dentro de la Península 2 subespecies, Rufulus y Pyrenaicus, siendo la primera de inferior tamaño y ocupando la franja cantábrica, mientras que la segunda, que es más grande se limita a vivir únicamente en los Pirineos.
Su vida está relacionada directamente con las masas de agua, por lo que vive en cavidades naturales o en madrigueras seguramente ya excavadas, siempre cercanas a cursos de agua no contaminados, bien oxigenados y con abundante vegetación, o zonas pantanosas de montaña de iguales características.
Normalmente se mueve por un territorio de unos 200 metros, en el cual ocupa galerías al borde de los ríos, construyendo su nido bajo raíces de arbustos que crecen en los márgenes, valiéndose para ello de hojas, musgos, etc.
Puede llegar a vivir hasta una altitud de 2.000 metros.
Su situación dentro de la Península Ibérica se limita a los Pirineos, la Cordillera Cantábrica, Zonas del centro peninsular, Galicia y Norte de Portugal. Está ausente tanto en las Islas Baleares como en las Canarias.
Se trata de una especie clasificada como vulnerable por la "Lista roja de los vertebrados de España" publicada por ICONA en 1996.
Aparece recogida en el capítulo II del Convenio de Berna, que advierte que está en grave peligro de extinción y que debe ser objeto de especialísimos cuidados en cada país por lo que también está catalogada de "interés especial".
Le afecta especialmente la contaminación de los cursos de agua, motivo por el que ha desaparecido ya de gran parte del Sistema Central.
Pueden acontecer 1 ó 2 partos anuales, de los que nacería entre 1 y 5 crías por parto, guarneciéndose en nidos bien resguardados y tapizados con restos vegetales.
Se alimenta principalmente de todo tipo de invertebrados acuáticos, pudiendo capturar ocasionalmente crustáceos y algunos peces pequeños.
Es un animal preferentemente nocturno, aunque puede ser observado durante el día. Es acuático, por lo que nada y bucea perfectamente, ayudado sin duda por las "aletas" de las que están provistas sus patas.
Permanece activo durante todo el año, ya que no está sujeto a ningún periodo de reposo invernal ni estival.
Dentro de sus sentidos, debemos decir que su vista y su oído son mediocres, si bien cuenta con un olfato y un gusto muy desarrollados y un tacto extraordinario, que reside en los pelillos de su trompa, los cuales son muy sensibles a los cambios de presión del agua, detectando así obstáculos o presas a 1 metro de distancia.
Los machos depositan sus excrementos en objetos salientes con el objeto de delimitar su territorio.
Entre los animales que se alimentan del Desmán de los Pirineos, se encuentra el Visón Americano (Mustela vison), Visón Europeo (Mustela lutreola) y la cigüeña, etc.
Típico representante de la familia de los mustélidos, es un visón relativamente pequeño. Su cuerpo, alargado, mide de 35 a 40 cm y su cola de 13 a 17 cm; sus extremidades son cortas. El macho puede llegar a pesar 1.000 g. Su color es marrón chocolate brillante y uniforme, oscureciéndose hacia la cola. Tiene una mancha blanca que le abarca los dos labios y a veces presenta también una mancha blanca en el pecho. Sus orejas sobresalen poco en su cabeza, que es maciza y un poco aplanada. Sus ojos también son pequeños y están ligeramente separados. En pies y manos tiene membranas interdigitales incompletas.
Los excrementos del visón europeo son generalmente oscuros y con olor a pescado. También se pueden encontrar restos de peces que deja en las orillas de los ríos.
Es un especialista ribereño, prefiriendo los márgenes de los tramos medios de los ríos y los encharcamientos como lagos y lagunas con abundante vegetación de espadañas y juncos. Generalmente no vive más allá de los 600 metros de altitud, aunque se han encontrado madrigueras a más de 1.000 m. Éstas están en raíces de árboles y laberintos de maleza fluvial.
Las costumbres del visón son nocturnas y más bien solitarias. Se alimenta básicamente de animales acuáticos: peces, ranas, cangrejos, etc.; también roedores y pájaros. La gestación, de una sola camada anual, dura dos meses, y de ella nacen de 3 a 6 crías.
Su hábitat se limita a unos 2.500 kilómetros cuadrados en Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Burgos. Tras haberse extinguido en los países centroeuropeos y el norte del continente, la población española y la del suroeste de Francia se han convertido en auténticos baluartes de esta especie. Por ello está incluida en el catálogo de especies amenazadas y está etiquetada como "en peligro de extinción".
Los excrementos del visón europeo son generalmente oscuros y con olor a pescado. También se pueden encontrar restos de peces que deja en las orillas de los ríos.
Es un especialista ribereño, prefiriendo los márgenes de los tramos medios de los ríos y los encharcamientos como lagos y lagunas con abundante vegetación de espadañas y juncos. Generalmente no vive más allá de los 600 metros de altitud, aunque se han encontrado madrigueras a más de 1.000 m. Éstas están en raíces de árboles y laberintos de maleza fluvial.
Las costumbres del visón son nocturnas y más bien solitarias. Se alimenta básicamente de animales acuáticos: peces, ranas, cangrejos, etc.; también roedores y pájaros. La gestación, de una sola camada anual, dura dos meses, y de ella nacen de 3 a 6 crías.
Su hábitat se limita a unos 2.500 kilómetros cuadrados en Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Burgos. Tras haberse extinguido en los países centroeuropeos y el norte del continente, la población española y la del suroeste de Francia se han convertido en auténticos baluartes de esta especie. Por ello está incluida en el catálogo de especies amenazadas y está etiquetada como "en peligro de extinción".
El gato montés se asemeja mucho a un gato doméstico, aunque su aspecto es más corpulento y presenta un tamaño mayor, con la cabeza ancha y el hocico corto.
Las orejas son pequeñas y los ojos de color ambarino o verdoso, de pupila vertical.
El pelaje grisáceo es algo pardo, con rayas oscuras por todo el cuerpo menos en el vientre, que es de color blanco pardusco, a veces con manchas negras. Puede presentar dos manchas blancas en la garganta y en la región inguinal. Sobre la cabeza tiene cuatro bandas negras que convergen en una línea longitudinal del mismo color sobre el lomo.
Su cola, corta, ancha y anillada, es muy poblada y tiene un extremo romo de color negro.
Mide unos 90 cm de largo y 38 hasta la cruz, y pesa unos 5 kg. Existe dimorfismo sexual en el tamaño corporal y craneal, además de los órganos genitales. También la cresta sagital es mayor en machos que en hembras.
El hábitat principal del gato montés lo constituyen las áreas de bosque relativamente bien conservadas, aisladas de la actividad humana. Es un animal típico del bosque mediterráneo. Los ecosistemas más adecuados para la especie lo constituyen el matorral mediterráneo bien conservado del sur y del centro de la Península, junto con estepas, bosques caducifolios y zonas húmedas del norte. Se distribuye por toda Europa y la mayoría de las islas mediterráneas. En la Península Ibérica su distribución es poco conocida, pero parece que se encuentra por casi toda la Península Ibérica y las Islas Baleares. Localmente se puede presentar en elevadas densidades, especialmente en determinadas zonas del sur de España.
El gato montés está catalogado como especie "de interés especial". Son animales esquivos y retraídos que necesitan amplias zonas con abundante cobertura vegetal y una baja densidad humana.
Llegado el mes de diciembre comienza la época reproductora, en la que el macho delimita su territorio defendiéndolo de intrusos. El celo dura hasta febrero. En este período las hembras maúllan fuertemente y marcan también su territorio con orina, excrementos y secreciones glandulares para mostrar su receptividad.
El macho puede copular con varias hembras, y aunque es un animal solitario, se mantiene unido a la hembra durante el período de reproducción.
La gestación dura entre 63 y 69 días, al final de los cuales la hembra busca grietas y árboles huecos, donde pare una única camada al año, de dos o tres crías. Interviene ella sola en el cuidado de las mismas, durante unos cinco meses.
Los machos alcanzan la madurez sexual a los 9 ó 10 meses de edad, mientras que las hembras lo hacen a los 10 ó 12 meses. Su longevidad máxima es de 15 años.
Ocasionalmente se ha comentado que ciertos machos han acabado con la vida de algunas crías, nunca suyas. Esto tendría un claro significado biológico: fecundar de nuevo a la hembra, asegurándose de que los genes de la nueva descendencia serán suyos.
El gato montés es un gran cazador de roedores, pequeñas aves y sobre todo conejos, que constituyen la base de su alimentación.
Suele cazar al acecho, esperando a que la presa se ponga a su alcance, para después con un fuerte salto capturarla con las garras y un mordisco en la nuca si son presas pequeñas o asfixiando a las más grandes. En muchos casos también se arrastra a ras de suelo y mediante sigilosas aproximaciones consigue capturar a sus presas. Suele ascender a los árboles para expoliar nidos alimentándose tanto de pollos como de huevos. Además de buen trepador es un buen nadador.
Las orejas son pequeñas y los ojos de color ambarino o verdoso, de pupila vertical.
El pelaje grisáceo es algo pardo, con rayas oscuras por todo el cuerpo menos en el vientre, que es de color blanco pardusco, a veces con manchas negras. Puede presentar dos manchas blancas en la garganta y en la región inguinal. Sobre la cabeza tiene cuatro bandas negras que convergen en una línea longitudinal del mismo color sobre el lomo.
Su cola, corta, ancha y anillada, es muy poblada y tiene un extremo romo de color negro.
Mide unos 90 cm de largo y 38 hasta la cruz, y pesa unos 5 kg. Existe dimorfismo sexual en el tamaño corporal y craneal, además de los órganos genitales. También la cresta sagital es mayor en machos que en hembras.
El hábitat principal del gato montés lo constituyen las áreas de bosque relativamente bien conservadas, aisladas de la actividad humana. Es un animal típico del bosque mediterráneo. Los ecosistemas más adecuados para la especie lo constituyen el matorral mediterráneo bien conservado del sur y del centro de la Península, junto con estepas, bosques caducifolios y zonas húmedas del norte. Se distribuye por toda Europa y la mayoría de las islas mediterráneas. En la Península Ibérica su distribución es poco conocida, pero parece que se encuentra por casi toda la Península Ibérica y las Islas Baleares. Localmente se puede presentar en elevadas densidades, especialmente en determinadas zonas del sur de España.
El gato montés está catalogado como especie "de interés especial". Son animales esquivos y retraídos que necesitan amplias zonas con abundante cobertura vegetal y una baja densidad humana.
Llegado el mes de diciembre comienza la época reproductora, en la que el macho delimita su territorio defendiéndolo de intrusos. El celo dura hasta febrero. En este período las hembras maúllan fuertemente y marcan también su territorio con orina, excrementos y secreciones glandulares para mostrar su receptividad.
El macho puede copular con varias hembras, y aunque es un animal solitario, se mantiene unido a la hembra durante el período de reproducción.
La gestación dura entre 63 y 69 días, al final de los cuales la hembra busca grietas y árboles huecos, donde pare una única camada al año, de dos o tres crías. Interviene ella sola en el cuidado de las mismas, durante unos cinco meses.
Los machos alcanzan la madurez sexual a los 9 ó 10 meses de edad, mientras que las hembras lo hacen a los 10 ó 12 meses. Su longevidad máxima es de 15 años.
Ocasionalmente se ha comentado que ciertos machos han acabado con la vida de algunas crías, nunca suyas. Esto tendría un claro significado biológico: fecundar de nuevo a la hembra, asegurándose de que los genes de la nueva descendencia serán suyos.
El gato montés es un gran cazador de roedores, pequeñas aves y sobre todo conejos, que constituyen la base de su alimentación.
Suele cazar al acecho, esperando a que la presa se ponga a su alcance, para después con un fuerte salto capturarla con las garras y un mordisco en la nuca si son presas pequeñas o asfixiando a las más grandes. En muchos casos también se arrastra a ras de suelo y mediante sigilosas aproximaciones consigue capturar a sus presas. Suele ascender a los árboles para expoliar nidos alimentándose tanto de pollos como de huevos. Además de buen trepador es un buen nadador.
La foca monje del Mediterráneo tiene el cuerpo robusto, la cabeza redondeada y las extremidades cortas y provistas de unas uñas de reducido tamaño. El macho mide unos 308 cm y pesa 340 kg; la hembra mide unos 290 cm y pesa 300 kg.
El pelaje es oscuro (de color gris o marrón) en las partes superiores y blanquecino en el vientre. La coloración suele variar en un mismo individuo con la edad. En general, los recién nacidos y los machos dominantes suelen ser prácticamente negros, aunque algo manchados de blanco por debajo.
Normalmente se encuentra en áreas costeras de difícil acceso y alejadas de la presencia humana.
A menudo se agrupa y busca refugio en las grutas marinas, cuyas entradas se encuentran bajo el agua. En el pasado, cuando sus poblaciones eran más numerosas, también ocupaba las playas de arena.
Antiguamente se distribuía, en nuestras aguas, por todo el litoral mediterráneo y canario. Las poblaciones españolas han ido desapareciendo, de modo que en este momento únicamente es posible localizar a un par de individuos en las Islas Chafarinas.
Únicamente se reproduce en las cuevas donde no puede ser molestada por el hombre. Las colonias de cría están dirigidas por un macho adulto de gran tamaño.
La gestación dura diez meses y los partos van teniendo lugar a lo largo de gran parte del año. Cada hembra pare una solitaria cría, a la que amamanta durante cerca de tres meses. La pequeña foca acompaña a su madre fuera de la gruta a los pocos días de vida.
Algunos animales, como las orcas o los tiburones de mayor tamaño, pueden predar sobre ella, pero su principal amenaza es el hombre: caza ilegal, accidentes con las redes de pesca o las embarcaciones, contaminación del hábitat... Es una de las especies más amenazadas de todo el mundo.
Esta especie puede descansar o alimentarse a cualquier hora del día, aunque prefiere las horas sin luz. Cuando sale a pescar, apenas se aleja de la costa y sólo nada mar adentro en contadas ocasiones.
El pelaje es oscuro (de color gris o marrón) en las partes superiores y blanquecino en el vientre. La coloración suele variar en un mismo individuo con la edad. En general, los recién nacidos y los machos dominantes suelen ser prácticamente negros, aunque algo manchados de blanco por debajo.
Normalmente se encuentra en áreas costeras de difícil acceso y alejadas de la presencia humana.
A menudo se agrupa y busca refugio en las grutas marinas, cuyas entradas se encuentran bajo el agua. En el pasado, cuando sus poblaciones eran más numerosas, también ocupaba las playas de arena.
Antiguamente se distribuía, en nuestras aguas, por todo el litoral mediterráneo y canario. Las poblaciones españolas han ido desapareciendo, de modo que en este momento únicamente es posible localizar a un par de individuos en las Islas Chafarinas.
Únicamente se reproduce en las cuevas donde no puede ser molestada por el hombre. Las colonias de cría están dirigidas por un macho adulto de gran tamaño.
La gestación dura diez meses y los partos van teniendo lugar a lo largo de gran parte del año. Cada hembra pare una solitaria cría, a la que amamanta durante cerca de tres meses. La pequeña foca acompaña a su madre fuera de la gruta a los pocos días de vida.
Algunos animales, como las orcas o los tiburones de mayor tamaño, pueden predar sobre ella, pero su principal amenaza es el hombre: caza ilegal, accidentes con las redes de pesca o las embarcaciones, contaminación del hábitat... Es una de las especies más amenazadas de todo el mundo.
Esta especie puede descansar o alimentarse a cualquier hora del día, aunque prefiere las horas sin luz. Cuando sale a pescar, apenas se aleja de la costa y sólo nada mar adentro en contadas ocasiones.
El mayor de los delfines ibéricos sobrepasa los cuatro metros de longitud y, aunque, en el Mediterráneo, apenas supera los tres metros y medio, en algunas rías gallegas se han hallado ejemplares, llamados arroaces, de casi cinco metros.
El delfín mular tiene una gran variabilidad en lo que se refiere a tamaño, forma y color, según la región geográfica en la que vive; de hecho, es probable que incluya varias especies distintas. Miden entre 1,5 y 4 metros, y su peso oscila entre 130 y 300 Kg. Es posible distinguir dos variedades principales: una pequeña, que vive más cerca de la costa, y una grande, más robusta, que vive por lo general lejos de ella. Ambas tienen un color bastante complejo aunque, según la incidencia de la luz, la coloración puede parecer un gris uniforme, bastante apagado. Por debajo el delfín mular es blanco con tonalidades rosadas.
En algunos individuos aparecen manchas oscuras en el vientre o pálidas en el hocico, o bien líneas claras en el dorso y los costados.
No existen diferencias reseñables entre hembras y machos, aunque el macho alcanza mayores proporciones.
Muchos ejemplares ocupan las aguas costeras y penetran con frecuencia en los ríos a través de los grandes estuarios. Otros individuos viven en aguas más abiertas y oceánicas.
Abunda en casi todas las costas españolas, tanto en las de la Península como en las de las Islas Baleares. En aguas penínsulares es una especie costera, relacionada con las actividades humanas.
Antes más numeroso, hoy, las poblaciones son, en general, pequeñas y, a veces, muy fragmentadas. Se encuentra en grupos de ocho a treinta ejemplares, si bien, en Galicia, llegan a concentrarse varios cientos.
La acción directa e indirecta del hombre es su peor enemigo: caza, capturas accidentales y contaminación del agua.Viendo la región ventral de los delfines podemos comprobar el sexo del animal. Los machos tienen dos aberturas longitudinales siendo la más cercana a la cola el ano y la siguiente la cavidad genital. Las hembras tienen las mismas aberturas pero están más cercanas entre sí, prácticamente no se aprecia distanciamiento alguno, y a cada lado de la cavidad genital podemos ver dos pequeños pliegues que son donde se ocultan las mamas.
La fecha de inicio de la época reproductora varía de unas regiones a otras, aunque en primavera se dan picos más altos.
El acoplamiento se realiza cuando el delfín macho curva su cola bajo el vientre de la hembra, introduciendo su sexo en la cavidad genital de ella. Es fácil encontrar en éstos animales pequeñas cicatrices producidas por los roces en los momentos de juego amoroso, siendo algunas de estas mordidas muy características.
Las crías nacen en verano, tras doce meses de gestación, con cerca de un metro de longitud y entre 10 y 15 kg. La pigmentación es muy diversa, yendo del color plateado con motas hasta casi completamente negros.
Tienen numerosos dientes en mandíbula superior e inferior, pero no son utilizados para masticar. Sujetan y tragan su alimento entero.
Posee una dieta muy variada: merluzas, besugos, caballas, pulpos, calamares y gambas, entre otros muchos animales marinos. Nada al lado de los barcos a la espera de los desperdicios de la pesca.
El delfín mular tiene un comportamiento muy gregario. Forma grandes grupos compuestos en su mayoría por individuos de su misma especie. En ocasiones, determinados ejemplares se separan del resto y nadan solitariamente. Estos delfines llegan a tolerar la compañía humana.
Pueden alcanzar velocidades impresionantes hasta 50 Km/hora y una velocidad "crucero" de 25 a 30 Km/hora. Son excelentes nadadores y buceadores; llegan a bajar más de doscientos metros pero normalmente no sobrepasan los treinta. El tiempo de apnea depende de la actividad que esté realizando pero pueden llegar a los 20 minutos en un estado de relajación total.
Duermen de tres a cuatro horas en un ciclo diario, normalmente de noche, mostrando una continua actividad en el resto del período, ya sea jugando, cazando o simplemente desplazándose de un lugar a otro. Son tremendamente solidarios, y no suelen abandonar a un compañero herido o enfermo; en caso de ataque de un depredador mayor, dispondrán tácticas defensivas en equipo para evitar tal agresión.
El delfín mular tiene una gran variabilidad en lo que se refiere a tamaño, forma y color, según la región geográfica en la que vive; de hecho, es probable que incluya varias especies distintas. Miden entre 1,5 y 4 metros, y su peso oscila entre 130 y 300 Kg. Es posible distinguir dos variedades principales: una pequeña, que vive más cerca de la costa, y una grande, más robusta, que vive por lo general lejos de ella. Ambas tienen un color bastante complejo aunque, según la incidencia de la luz, la coloración puede parecer un gris uniforme, bastante apagado. Por debajo el delfín mular es blanco con tonalidades rosadas.
En algunos individuos aparecen manchas oscuras en el vientre o pálidas en el hocico, o bien líneas claras en el dorso y los costados.
No existen diferencias reseñables entre hembras y machos, aunque el macho alcanza mayores proporciones.
Muchos ejemplares ocupan las aguas costeras y penetran con frecuencia en los ríos a través de los grandes estuarios. Otros individuos viven en aguas más abiertas y oceánicas.
Abunda en casi todas las costas españolas, tanto en las de la Península como en las de las Islas Baleares. En aguas penínsulares es una especie costera, relacionada con las actividades humanas.
Antes más numeroso, hoy, las poblaciones son, en general, pequeñas y, a veces, muy fragmentadas. Se encuentra en grupos de ocho a treinta ejemplares, si bien, en Galicia, llegan a concentrarse varios cientos.
La acción directa e indirecta del hombre es su peor enemigo: caza, capturas accidentales y contaminación del agua.Viendo la región ventral de los delfines podemos comprobar el sexo del animal. Los machos tienen dos aberturas longitudinales siendo la más cercana a la cola el ano y la siguiente la cavidad genital. Las hembras tienen las mismas aberturas pero están más cercanas entre sí, prácticamente no se aprecia distanciamiento alguno, y a cada lado de la cavidad genital podemos ver dos pequeños pliegues que son donde se ocultan las mamas.
La fecha de inicio de la época reproductora varía de unas regiones a otras, aunque en primavera se dan picos más altos.
El acoplamiento se realiza cuando el delfín macho curva su cola bajo el vientre de la hembra, introduciendo su sexo en la cavidad genital de ella. Es fácil encontrar en éstos animales pequeñas cicatrices producidas por los roces en los momentos de juego amoroso, siendo algunas de estas mordidas muy características.
Las crías nacen en verano, tras doce meses de gestación, con cerca de un metro de longitud y entre 10 y 15 kg. La pigmentación es muy diversa, yendo del color plateado con motas hasta casi completamente negros.
Tienen numerosos dientes en mandíbula superior e inferior, pero no son utilizados para masticar. Sujetan y tragan su alimento entero.
Posee una dieta muy variada: merluzas, besugos, caballas, pulpos, calamares y gambas, entre otros muchos animales marinos. Nada al lado de los barcos a la espera de los desperdicios de la pesca.
El delfín mular tiene un comportamiento muy gregario. Forma grandes grupos compuestos en su mayoría por individuos de su misma especie. En ocasiones, determinados ejemplares se separan del resto y nadan solitariamente. Estos delfines llegan a tolerar la compañía humana.
Pueden alcanzar velocidades impresionantes hasta 50 Km/hora y una velocidad "crucero" de 25 a 30 Km/hora. Son excelentes nadadores y buceadores; llegan a bajar más de doscientos metros pero normalmente no sobrepasan los treinta. El tiempo de apnea depende de la actividad que esté realizando pero pueden llegar a los 20 minutos en un estado de relajación total.
Duermen de tres a cuatro horas en un ciclo diario, normalmente de noche, mostrando una continua actividad en el resto del período, ya sea jugando, cazando o simplemente desplazándose de un lugar a otro. Son tremendamente solidarios, y no suelen abandonar a un compañero herido o enfermo; en caso de ataque de un depredador mayor, dispondrán tácticas defensivas en equipo para evitar tal agresión.
El asno doméstico es un ungulado perisodáctilo, grupo que comprende los caballos, los rinocerontes y los tapires, de los cuales en Europa no existen ejemplares verdaderamente salvajes. Pertenece a la familia de los équidos (F. Equidae), que están caracterizados por tener un único dedo, con una ancha pezuña en cada extremidad.
El burro deriva del asno salvaje del Norte de Africa (Equus africanus). Generalmente es empleado como animal de carga en el Sur de Europa. También viven muchos burros en Irlanda, donde fueron introducidos desde España a cambio de caballos durante la guerra napoleónica.
Comparados con los caballos, los burros son pequeños, tienen orejas largas, una crin erecta y diversas tonalidades y espesura de pelo.
El asno andaluz-cordobés, procedente del Equus asinus somalensis, originario de Egipto, e influido por el Equus asinus taeniopus y que se introdujo en la Península por el Norte de Africa, fue introducido en Andalucía hace más de tres mil años. Son individuos de gran alzada tanto en machos (160 cm) como en hembras (150 cm). De conformación armónica y robusta, presentan un perfil subconvexo, el cuello musculoso, la cruz alta y enjuta, el tronco cilíndrico y grupa redondeada. La capa característica es la torda clara (rucio), rodada y el pelo fino, suave y corto.
El temperamento es tranquilo y apacible, y dispone de una notable energía y gran resistencia. Está muy aclimatado al calor y la escasez de agua.
Se adaptó sin problemas al clima caluroso andaluz y se crió en dos zonas : Córdoba y la región delimitada por el Guadalquivir y el Guajaroz y las localidades de Genil y Baena. La Sierra de Cazorla y Jaén desarrollaron posteriormente la cria de este asno.
Fue pieza clave en las explotaciones cerealistas y olivareras de estas regiones al emplearse formando recuas para el transporte. También ha sido utilizado como padre de la mula, animal más usado en la tracción. Los únicos asnos andaluces de raza pura censados son del servicio de Remonta de la Jefatura de Cria Caballar. Sin embargo, sin censar, puede que lleguen al centenar los ejemplares puros.
La raza asnal zamorano-leonesa ocupaba a principios de siglo toda la provincia de Zamora y el Norte de Salamanca. Actualmente, salvo algún ejemplar aislado, se restringe a las comarcas zamoranas de Carballeda, Aliste, Alba y Sayago. Los mejores ejemplares están en el área de San Vitero - Pina - Almaráz.
Fue originada a partir del Equus asinus europeus en la zona geográfica delimitada por la Cordillera Cantábrica y los ríos Cea y Orbigo, de donde posteriomente se extendió por las dos Castillas. Su importante pasado como animal de carga y tracción no ha salvado a esta raza del progreso tecnológico.
Se caracteriza por el color oscuro de su capa, su voluminosa cabeza y su abundante pelaje. Su censo se reduce a varios ejemplares de pura raza.
Entre sus problemas actuales, figuran los cambios de usos y costumbres, ligados a la modernización de las explotaciones agrarias; la falta de campañas de educación y valoración de la raza y los problemas socioeconómicos agrarios globales: envejecimiento, reducción de la población activa, emigración...
La raza catalana también tiene su origen en el Equus asinus europeus. Son animales vitales, sanguíneos, con hipermetabolismo. Las comarcas con más animales registrados son las del Berguedà y las de Girona.
La raza mallorquina desciende de la catalana y se ha modificado por el efecto de insularidad. Sólo hay cuatro hembras y dos machos registrados en 1995. Hay otros asnos en Baleares que proceden de razas africanas o andaluzas, pero los auténticos burros baleares es posible que hayan desaparecido o esté a punto de hacerlo.
El burro deriva del asno salvaje del Norte de Africa (Equus africanus). Generalmente es empleado como animal de carga en el Sur de Europa. También viven muchos burros en Irlanda, donde fueron introducidos desde España a cambio de caballos durante la guerra napoleónica.
Comparados con los caballos, los burros son pequeños, tienen orejas largas, una crin erecta y diversas tonalidades y espesura de pelo.
El asno andaluz-cordobés, procedente del Equus asinus somalensis, originario de Egipto, e influido por el Equus asinus taeniopus y que se introdujo en la Península por el Norte de Africa, fue introducido en Andalucía hace más de tres mil años. Son individuos de gran alzada tanto en machos (160 cm) como en hembras (150 cm). De conformación armónica y robusta, presentan un perfil subconvexo, el cuello musculoso, la cruz alta y enjuta, el tronco cilíndrico y grupa redondeada. La capa característica es la torda clara (rucio), rodada y el pelo fino, suave y corto.
El temperamento es tranquilo y apacible, y dispone de una notable energía y gran resistencia. Está muy aclimatado al calor y la escasez de agua.
Se adaptó sin problemas al clima caluroso andaluz y se crió en dos zonas : Córdoba y la región delimitada por el Guadalquivir y el Guajaroz y las localidades de Genil y Baena. La Sierra de Cazorla y Jaén desarrollaron posteriormente la cria de este asno.
Fue pieza clave en las explotaciones cerealistas y olivareras de estas regiones al emplearse formando recuas para el transporte. También ha sido utilizado como padre de la mula, animal más usado en la tracción. Los únicos asnos andaluces de raza pura censados son del servicio de Remonta de la Jefatura de Cria Caballar. Sin embargo, sin censar, puede que lleguen al centenar los ejemplares puros.
La raza asnal zamorano-leonesa ocupaba a principios de siglo toda la provincia de Zamora y el Norte de Salamanca. Actualmente, salvo algún ejemplar aislado, se restringe a las comarcas zamoranas de Carballeda, Aliste, Alba y Sayago. Los mejores ejemplares están en el área de San Vitero - Pina - Almaráz.
Fue originada a partir del Equus asinus europeus en la zona geográfica delimitada por la Cordillera Cantábrica y los ríos Cea y Orbigo, de donde posteriomente se extendió por las dos Castillas. Su importante pasado como animal de carga y tracción no ha salvado a esta raza del progreso tecnológico.
Se caracteriza por el color oscuro de su capa, su voluminosa cabeza y su abundante pelaje. Su censo se reduce a varios ejemplares de pura raza.
Entre sus problemas actuales, figuran los cambios de usos y costumbres, ligados a la modernización de las explotaciones agrarias; la falta de campañas de educación y valoración de la raza y los problemas socioeconómicos agrarios globales: envejecimiento, reducción de la población activa, emigración...
La raza catalana también tiene su origen en el Equus asinus europeus. Son animales vitales, sanguíneos, con hipermetabolismo. Las comarcas con más animales registrados son las del Berguedà y las de Girona.
La raza mallorquina desciende de la catalana y se ha modificado por el efecto de insularidad. Sólo hay cuatro hembras y dos machos registrados en 1995. Hay otros asnos en Baleares que proceden de razas africanas o andaluzas, pero los auténticos burros baleares es posible que hayan desaparecido o esté a punto de hacerlo.
El aspecto general de un asturcón es el de un poni ágil, armonioso además de fuerte y resistente. Su capa es de color negro, aunque a primera vista el asturcón invernal presenta una apariencia totalmente diferente a la estival. Su adaptación a los rigores de la montaña provoca que durante la época fría el animal se recubra de una capa de pelo de color castaño que le protege.
Su cabeza es pequeña, de perfil ligeramente cóncavo y rematada por amplios ollares. Los ojos son negros, grandes y vivaces. Las orejas, pequeñas y de una gran movilidad, flanquean una despejada frente cubierta por un tupido fleco. Un cuello de mediana longitud, algo arqueado en los machos, del que se precipitan una densa y prolongada cascada de crines.
Tiene espaldas muy inclinadas, grupa también inclinada y nunca doble con una cola de abundante pilosidad. Un amplio arco costal con un frente pectoral de musculatura bien definida reposan sobre unas extremidades finas con cascos pequeños y redondeados muy resistentes. Su alzada media es de 1,25 metros dependiendo en gran manera del sistema de cría.
El asturcón forma parte de una amplia familia de ponis que se conservan en el denominado Arco Atlántico, la franja del litoral oceánico que va de Portugal a Escocia y que comprende España, Francia, Inglaterra, Gales e Irlanda. En total hay reconocidas nueve razas de caracteristicas similares: Garrano, Asturcón, Pottok, Dartmoor, Exmoor, Gales, Connemara, Shetland y Highland, muchas de las cuales se han extendido por el mundo dada sus características.
Las condiciones naturales de Asturias, una región montañosa y abrupta, de comunicaciones difíciles hasta el siglo XX, ha sido una circunstancia de doble filo para el asturcón. Por una parte protegió la pureza racial, impidiendo cruces que le hicieran perder las señas de identidad, pero, por otra, limitó su divulgación y salida al exterior, pese a las enormes virtudes que atesora.
El impulso de la conciencia ecologista de los años 80, precedida por las iniciativas particulares y el esfuerzo de organizaciones emergentes, como la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA), logró frenar a tiempo la vertiginosa caída del poni que llevaba camino de convertirse en una desaparición cierta. Su recuperación es hoy un éxito. La Asociacción de Criadores de Ponis de Raza Asturcón (ACPRA) legitima con su actividad el renacimiento de este poni.
En la actualidad el asturcón sigue con una vida dura en el monte, pero empieza a extenderse su crecimiento en fincas de cría, donde el cuidado humano permite la selección y el desarrollo de los mejores ejemplares.
Con la llegada de la primavera se producen los alumbramientos de los nuevos potros. Despues de una gestación de once meses, entre ellos los de invierno, las yeguas que van a parir se separan del "corru" y buscan un lugar protegido y tranquilo en el que tumbarse. Allí nace el nuevo asturcón tras un momento mágico que apenas dura unos minutos y que siempre se produce durante la noche. Es así como la yegua reduce sustancialmente la posibilidad de ser descubierta por alguno de sus enemigos.
A diferencia de otros animales, los potros se desarrollan muy rapidamente, hasta el extremo que pocas horas después de ver la luz ya pueden trotar al lado de la yegua.
Nueve días después del parto, las yeguas entran en celo, llegando a criar con frecuencia hasta los veinticinco años de vida, lo que nos ofrece un testimonio rotundo de su fortaleza.
Su cabeza es pequeña, de perfil ligeramente cóncavo y rematada por amplios ollares. Los ojos son negros, grandes y vivaces. Las orejas, pequeñas y de una gran movilidad, flanquean una despejada frente cubierta por un tupido fleco. Un cuello de mediana longitud, algo arqueado en los machos, del que se precipitan una densa y prolongada cascada de crines.
Tiene espaldas muy inclinadas, grupa también inclinada y nunca doble con una cola de abundante pilosidad. Un amplio arco costal con un frente pectoral de musculatura bien definida reposan sobre unas extremidades finas con cascos pequeños y redondeados muy resistentes. Su alzada media es de 1,25 metros dependiendo en gran manera del sistema de cría.
El asturcón forma parte de una amplia familia de ponis que se conservan en el denominado Arco Atlántico, la franja del litoral oceánico que va de Portugal a Escocia y que comprende España, Francia, Inglaterra, Gales e Irlanda. En total hay reconocidas nueve razas de caracteristicas similares: Garrano, Asturcón, Pottok, Dartmoor, Exmoor, Gales, Connemara, Shetland y Highland, muchas de las cuales se han extendido por el mundo dada sus características.
Las condiciones naturales de Asturias, una región montañosa y abrupta, de comunicaciones difíciles hasta el siglo XX, ha sido una circunstancia de doble filo para el asturcón. Por una parte protegió la pureza racial, impidiendo cruces que le hicieran perder las señas de identidad, pero, por otra, limitó su divulgación y salida al exterior, pese a las enormes virtudes que atesora.
El impulso de la conciencia ecologista de los años 80, precedida por las iniciativas particulares y el esfuerzo de organizaciones emergentes, como la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA), logró frenar a tiempo la vertiginosa caída del poni que llevaba camino de convertirse en una desaparición cierta. Su recuperación es hoy un éxito. La Asociacción de Criadores de Ponis de Raza Asturcón (ACPRA) legitima con su actividad el renacimiento de este poni.
En la actualidad el asturcón sigue con una vida dura en el monte, pero empieza a extenderse su crecimiento en fincas de cría, donde el cuidado humano permite la selección y el desarrollo de los mejores ejemplares.
Con la llegada de la primavera se producen los alumbramientos de los nuevos potros. Despues de una gestación de once meses, entre ellos los de invierno, las yeguas que van a parir se separan del "corru" y buscan un lugar protegido y tranquilo en el que tumbarse. Allí nace el nuevo asturcón tras un momento mágico que apenas dura unos minutos y que siempre se produce durante la noche. Es así como la yegua reduce sustancialmente la posibilidad de ser descubierta por alguno de sus enemigos.
A diferencia de otros animales, los potros se desarrollan muy rapidamente, hasta el extremo que pocas horas después de ver la luz ya pueden trotar al lado de la yegua.
Nueve días después del parto, las yeguas entran en celo, llegando a criar con frecuencia hasta los veinticinco años de vida, lo que nos ofrece un testimonio rotundo de su fortaleza.
El plumaje del autillo, visto desde lejos, parece "difuminado", pero de cerca se presenta como muy definido. Consta de tonos pardos y grises. Junto a su maestría en esconderse, estas tonalidades hacen que sea prácticamente invisible. Sólo de noche el reclamo, proferido insistente y acompasadamente y que suena como un aflautado "tiout", traiciona la presencia del macho.
Posee unos penachos de plumas en la parte superior de la cabeza, que parecen unas orejas.
El autillo es la rapaz nocturna más pequeña de la península Ibérica y Baleares. Su envergadura alar es de unos 50 cm.
Le gustan los olivares, las fincas de frutales, los parques y los bosques de fronda con árboles huecos.
Aunque no todos los ejemplares migran, la mayoría suelen desplazarse a África en el mes de septiembre, retornando en marzo para criar.
Está presente en toda la península Ibérica y en las islas Baleares.
Autillo es el nombre común de varias aves la familia Strigidae, del orden de las estrigiformes o aves rapaces nocturnas
Las siguientes especies se denominan habitualmente autillos
Posee unos penachos de plumas en la parte superior de la cabeza, que parecen unas orejas.
El autillo es la rapaz nocturna más pequeña de la península Ibérica y Baleares. Su envergadura alar es de unos 50 cm.
Le gustan los olivares, las fincas de frutales, los parques y los bosques de fronda con árboles huecos.
Aunque no todos los ejemplares migran, la mayoría suelen desplazarse a África en el mes de septiembre, retornando en marzo para criar.
Está presente en toda la península Ibérica y en las islas Baleares.
Autillo es el nombre común de varias aves la familia Strigidae, del orden de las estrigiformes o aves rapaces nocturnas
Las siguientes especies se denominan habitualmente autillos
jueves, 4 de noviembre de 2010
Los vulpinos (Vulpini) son una tribu de mamíferos carnívoros incluidos en la familia de los cánidos. Se conocen comúnmente como zorros, zorras, raposos o raposas.[1]
Actualmente están representados por unas 27 especies que se encuentran en casi todos los continentes, aunque la más extendida es el zorro rojo o zorro común (Vulpes vulpes), que habita en Europa y América del Norte. Otro ejemplo es el zorro polar, también conocido como zorro ártico.
La mayoría de los zorros viven entre dos y tres años, aunque pueden llegar a alcanzar los diez años, o incluso sobrepasar esa edad en cautividad. Son generalmente más pequeños que otros miembros de la familia Canidae, tales como; lobos, chacales y perros domésticos. Sus rasgos típicos incluyen un fino hocico y una espesa cola. Otras características físicas varían según su hábitat. Por ejemplo, el zorro del desierto tiene largas orejas y pelaje corto, mientras que el zorro ártico tiene pequeñas orejas y un denso pelaje.
A diferencia de muchos cánidos, los zorros no son usualmente animales de manada. Son solitarios cazando su presa (especialmente roedores). Empleando una técnica de salto practicada desde una edad muy temprana, son capaces de matar a su presa raudamente. Se alimentan asimismo desde saltamontes a fruta y bayas. Presentan el fenotipo de glándula mamaria superdesarollada.
Los zorros son normalmente muy precavidos hacia los humanos y no se emplean como mascotas, aunque se llegó a domesticar una especie en Rusia tras 45 años de un programa de reproducción selectiva.
Actualmente están representados por unas 27 especies que se encuentran en casi todos los continentes, aunque la más extendida es el zorro rojo o zorro común (Vulpes vulpes), que habita en Europa y América del Norte. Otro ejemplo es el zorro polar, también conocido como zorro ártico.
La mayoría de los zorros viven entre dos y tres años, aunque pueden llegar a alcanzar los diez años, o incluso sobrepasar esa edad en cautividad. Son generalmente más pequeños que otros miembros de la familia Canidae, tales como; lobos, chacales y perros domésticos. Sus rasgos típicos incluyen un fino hocico y una espesa cola. Otras características físicas varían según su hábitat. Por ejemplo, el zorro del desierto tiene largas orejas y pelaje corto, mientras que el zorro ártico tiene pequeñas orejas y un denso pelaje.
A diferencia de muchos cánidos, los zorros no son usualmente animales de manada. Son solitarios cazando su presa (especialmente roedores). Empleando una técnica de salto practicada desde una edad muy temprana, son capaces de matar a su presa raudamente. Se alimentan asimismo desde saltamontes a fruta y bayas. Presentan el fenotipo de glándula mamaria superdesarollada.
Los zorros son normalmente muy precavidos hacia los humanos y no se emplean como mascotas, aunque se llegó a domesticar una especie en Rusia tras 45 años de un programa de reproducción selectiva.
El oso pardo ocupaba originariamente la práctica totalidad de Europa y Asia, gran parte de la mitad oeste de Norteamérica y algunas zonas de Oriente Próximo y del Magreb. Y aunque esta área se ha ido reduciendo progresivamente en los últimos siglos, todavía es muy extensa, hasta el punto de que en ella se estima que aún habitan entre 200.000 y 250.000 ejemplares, un número realmente notable para un carnívoro de su talla.
Los osos pardos ocupan una gran variedad de hábitats, desde semidesiertos fríos, como sucede en el Gobi (Mongolia), hasta zonas costeras o la tundra ártica, como ocurre en Alaska. Sin embargo, su hábitat preferido es el forestal, por lo que se trata de uno de los mamíferos más característicos de los extensísimos bosques de coníferas de la taiga siberiana o escandinava, de los bosques mixtos del este de Europa y de los Pirineos, o de los bosques caducifolios de hayas, robles y abedules de la Cordillera Cantábrica. Las pequeñas poblaciones de osos que resisten en la Europa occidental están vinculadas a los macizos montañosos más agrestes, donde el acoso humano es menor.
La enorme extensión de su área de distribución y la gran diversidad de factores ambientales a los que se han adaptado (hábitat, disponibilidad de alimento, clima) han provocado que los osos pardos se encuentren entre los mamíferos que presentan una mayor variabilidad en sus datos biométricos. Los osos ibéricos están catalogados entre los osos pardos más pequeños, con un peso que en los machos puede superar los 200-250 kg, lejos de los gigantes que habitan en la península rusa de Kamchatka, y los que viven en Norteamérica en la isla de Kodiak y en las costas cercanas de la península de Alaska, que pueden tener hasta 3 m de longitud y 700 kg de peso en los ejemplares más grandes. Estos osos pardos están considerados no sólo los osos de mayor tamaño, junto con los osos polares, sino también los mayores carnívoros terrestres del planeta.
Debido a esta extraordinaria variabilidad en su aspecto externo, sobre todo en lo que se refiere a tamaño y color, algunos especialistas diferencian un gran número de subespecies o variedades. No obstante, se considera que todos los osos pardos europeos pertenecen a la misma subespecie: Ursus arctos arctos. Recientes análisis de ADN procedentes de osos antiguos indican que, incluso durante la época de mayores fríos, pudo haber una población prehistórica de osos pardos continua desde el este de Europa hasta la Península Ibérica.
En España, junto a Italia y Francia, viven las poblaciones europeas de oso pardo más amenazadas. Los osos ibéricos están en peligro de extinción y se enfrentan a constantes amenazas causadas por el pequeño tamaño de sus poblaciones. Las más importantes son la muerte de osos causada por personas, la pérdida y fragmentación del hábitat y la baja diversidad genética de los osos cantábricos. En España quedan dos poblaciones de oso: una de ellas se localiza en la Cordillera Cantábrica, con dos subpoblaciones bien diferenciadas, y la segunda, compartida con Francia y Andorra, se localiza en los Pirineos.
Los osos pardos ocupan una gran variedad de hábitats, desde semidesiertos fríos, como sucede en el Gobi (Mongolia), hasta zonas costeras o la tundra ártica, como ocurre en Alaska. Sin embargo, su hábitat preferido es el forestal, por lo que se trata de uno de los mamíferos más característicos de los extensísimos bosques de coníferas de la taiga siberiana o escandinava, de los bosques mixtos del este de Europa y de los Pirineos, o de los bosques caducifolios de hayas, robles y abedules de la Cordillera Cantábrica. Las pequeñas poblaciones de osos que resisten en la Europa occidental están vinculadas a los macizos montañosos más agrestes, donde el acoso humano es menor.
La enorme extensión de su área de distribución y la gran diversidad de factores ambientales a los que se han adaptado (hábitat, disponibilidad de alimento, clima) han provocado que los osos pardos se encuentren entre los mamíferos que presentan una mayor variabilidad en sus datos biométricos. Los osos ibéricos están catalogados entre los osos pardos más pequeños, con un peso que en los machos puede superar los 200-250 kg, lejos de los gigantes que habitan en la península rusa de Kamchatka, y los que viven en Norteamérica en la isla de Kodiak y en las costas cercanas de la península de Alaska, que pueden tener hasta 3 m de longitud y 700 kg de peso en los ejemplares más grandes. Estos osos pardos están considerados no sólo los osos de mayor tamaño, junto con los osos polares, sino también los mayores carnívoros terrestres del planeta.
Debido a esta extraordinaria variabilidad en su aspecto externo, sobre todo en lo que se refiere a tamaño y color, algunos especialistas diferencian un gran número de subespecies o variedades. No obstante, se considera que todos los osos pardos europeos pertenecen a la misma subespecie: Ursus arctos arctos. Recientes análisis de ADN procedentes de osos antiguos indican que, incluso durante la época de mayores fríos, pudo haber una población prehistórica de osos pardos continua desde el este de Europa hasta la Península Ibérica.
En España, junto a Italia y Francia, viven las poblaciones europeas de oso pardo más amenazadas. Los osos ibéricos están en peligro de extinción y se enfrentan a constantes amenazas causadas por el pequeño tamaño de sus poblaciones. Las más importantes son la muerte de osos causada por personas, la pérdida y fragmentación del hábitat y la baja diversidad genética de los osos cantábricos. En España quedan dos poblaciones de oso: una de ellas se localiza en la Cordillera Cantábrica, con dos subpoblaciones bien diferenciadas, y la segunda, compartida con Francia y Andorra, se localiza en los Pirineos.
El toro de lidia, también denominado toro bravo, designa a los especímenes macho de toro seleccionados y criados para su empleo en los diferentes espectáculos taurinos, como las corridas o los encierros. Procede de las razas autóctonas de la Península Ibérica, conocidas como «tronco ibérico», que desde tiempo inmemorial propiciaron las formas más primitivas de tauromaquia. Algunos especialistas consideran que es el descendiente más directo del uro[cita requerida], el antepasado de todas las razas bovinas actuales, ya que, además de su rusticidad y su vida salvaje, comparte con él numerosas características fenotípicas. Otros expertos cuestionan que se trate de una raza de bovino diferente a la del toro y la vaca comunes (Bos taurus).[1] Se caracteriza por unos instintos atávicos de defensa y temperamentales, que se sintetizan en la llamada "bravura", así como atributos físicos tales como unas astas grandes hacia delante y un potente aparato locomotor, superiores a los de otros especímenes de bovinos.
Bos taurus, comúnmente conocido como toro o buey, en el caso del macho, o vaca en el caso de la hembra, es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Bovidae. Generalmente domésticos, aunque en algunos casos se han presentado en estado salvaje, se crían a lo largo y ancho del planeta por su carne, su leche y su piel. También se siguen empleando en los espectáculos taurinos en algunos países. Las crías de la vaca son los terneros o becerros y los ejemplares jóvenes son conocidos como: añojos cuando cumplen un año, erales cuando tienen más de un año y no llegan a los dos, y novillos hasta la edad adulta (también nos podemos encontrar con que a los animales de más de dos años y menos de tres se les llame utreros y cuatreños cuando tienen cuatro). La cría y utilización de estos animales por parte del hombre se conoce como ganadería bovina.
Además de la propia raza, se emplean diferentes formas de clasificación individual, como bien pueden ser la disposición y forma de la cuerna o la capa (color del pelaje).
Bos taurus, comúnmente conocido como toro o buey, en el caso del macho, o vaca en el caso de la hembra, es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Bovidae. Generalmente domésticos, aunque en algunos casos se han presentado en estado salvaje, se crían a lo largo y ancho del planeta por su carne, su leche y su piel. También se siguen empleando en los espectáculos taurinos en algunos países. Las crías de la vaca son los terneros o becerros y los ejemplares jóvenes son conocidos como: añojos cuando cumplen un año, erales cuando tienen más de un año y no llegan a los dos, y novillos hasta la edad adulta (también nos podemos encontrar con que a los animales de más de dos años y menos de tres se les llame utreros y cuatreños cuando tienen cuatro). La cría y utilización de estos animales por parte del hombre se conoce como ganadería bovina.
Además de la propia raza, se emplean diferentes formas de clasificación individual, como bien pueden ser la disposición y forma de la cuerna o la capa (color del pelaje).
Los glíridos (Gliridae) son una familia de roedores esciuromorfos conocidos popularmente como lirones, que se pueden encontrar en Europa, aunque también viven en África y Asia.
Los lirones son roedores pequeños de 18 a 26 cm, incluyendo la cola, de aspecto similar al ratón, de pelaje gris oscuro o castaño en el lomo y blanco en la parte baja.
Son omnívoros; comen especialmente frutos otoñales como los de la zarzamora, castañas, bellotas, etc. También consumen insectos (ortópteros, arácnidos, etc.), caracoles, crías de aves y otros pequeños roedores. Pueden llegar a devorar a sus congéneres tras el largo letargo invernal.
El hábitat de los lirones puede ser zona de matorrales bajos a la vera de los ríos, huertos y también jardines.
Se aparean durante la época estival, y en épocas favorables puede llegar a tener dos y tres camadas. La gestación se demora unos 20 o 25 días. Cada camada es de entre 2 a 8 crías, que pesan al nacer unos 15 gramos y abren sus ojos a los 20 días. La lactancia dura unos 45 días, y alcanzan la madurez a los 4 meses después del nacimiento.
Sus depredadores son, generalmente y entre otros, el zorro, la gineta y el gato montés, además de las aves rapaces nocturnas.
Los lirones son roedores pequeños de 18 a 26 cm, incluyendo la cola, de aspecto similar al ratón, de pelaje gris oscuro o castaño en el lomo y blanco en la parte baja.
Son omnívoros; comen especialmente frutos otoñales como los de la zarzamora, castañas, bellotas, etc. También consumen insectos (ortópteros, arácnidos, etc.), caracoles, crías de aves y otros pequeños roedores. Pueden llegar a devorar a sus congéneres tras el largo letargo invernal.
El hábitat de los lirones puede ser zona de matorrales bajos a la vera de los ríos, huertos y también jardines.
Se aparean durante la época estival, y en épocas favorables puede llegar a tener dos y tres camadas. La gestación se demora unos 20 o 25 días. Cada camada es de entre 2 a 8 crías, que pesan al nacer unos 15 gramos y abren sus ojos a los 20 días. La lactancia dura unos 45 días, y alcanzan la madurez a los 4 meses después del nacimiento.
Sus depredadores son, generalmente y entre otros, el zorro, la gineta y el gato montés, además de las aves rapaces nocturnas.
Los hurones (Mustela putorius furo) son mamíferos carnívoros de la variedad doméstica del cerro común. Los hurones suelen tener un pelatge marrón, negro, blanco o mezclado, tienen una medida mediana de aproximadamente cincuenta centímetros (incluyendo una cola de unos trece centímetros), pesan aproximadamente un kilogramo,[1] y tienen una longevidad natural de entre siete y diez años.[2][3][4]
El hurón domesticado que conocemos actualmente, proviene de la especie europea Mustela putorius furo.
El turón, especie autóctona en la Península, ha sido tradicionalmente domesticado y utilizado para cazar (hurones). Sin embargo, más recientemente se ha comenzado a utilizar como animal de compañía. Para ello se han seleccionado variedades más tranquilas, con pelajes variados mediante cruzamientos dirigidos.
Las variedades domésticas son capaces de hibridar con las poblaciones salvajes, provocando pérdida de diversidad genética que puede provocar una menor resistencia de las poblaciones a cambios ambientales.
Además, los individuos domésticos a menudo son portadores de parásitos y enfermedades que pueden transmitir a los turones salvajes.
El hurón domesticado que conocemos actualmente, proviene de la especie europea Mustela putorius furo.
El turón, especie autóctona en la Península, ha sido tradicionalmente domesticado y utilizado para cazar (hurones). Sin embargo, más recientemente se ha comenzado a utilizar como animal de compañía. Para ello se han seleccionado variedades más tranquilas, con pelajes variados mediante cruzamientos dirigidos.
Las variedades domésticas son capaces de hibridar con las poblaciones salvajes, provocando pérdida de diversidad genética que puede provocar una menor resistencia de las poblaciones a cambios ambientales.
Además, los individuos domésticos a menudo son portadores de parásitos y enfermedades que pueden transmitir a los turones salvajes.
Popular mamífero de mediano tamaño, pelo suave y corto, orejas largas y rabo corto, es una especie fundamentalmente crepuscular y nocturna que constituye pieza clave en nuestra fauna y que hasta 1912 (J. W. Gridley) se incluía dentro de los roedores, por su similitud con los mismos, si bien a partir de esta fecha se incluyó taxonómicamente dentro del grupo de los lagomorfos, al ser evidentes las diferencias ente uno y otro orden: los roedores tienen un par de incisivos en la mandíbula superior que encajan perfectamente con el par correspondiente de la mandíbula inferior; mientras que los lagomorfos tienen más desarrollados los dientes de la mandíbula superior que no encajan con los de la inferior (de aquí que se llame a este tipo de dientes tan característicos de la especie como “dientes de conejo”).
El conejo es una especie muy antigua, de modo que por los estudios fósiles se ha podido determinar que antes de la última glaciación abundaban en una amplia zona de Europa, que incluía a países como Francia, Bélgica, Alemania o la isla de Gran Bretaña. El posterior enfriamiento del continente los fue desplazando hasta el sur, quedando acantonados en la Península Ibérica y Norte de África, de donde volvió a extenderse hasta el norte. En el S. III los romanos los llevaron a Italia, pero en el S. XVI todavía no existían en Alemania, aunque sí han sido citados en algunos conventos, como animales de corral de las comunidades religiosas. En la antigüedad España tenía fama como país de conejos, hasta el punto de que se considera que el nombre de Hispania, de origen fenicio y del que procede la palabra España, deriva del nombre de este animal. Cátulo, llamaba a esta península “Cuniculosa Celtiberia” y en las monedas hispanorromanas de Adriano el conejo figuraba como uno de los símbolos de Iberia (W.G. Foster, 1972). Otra cita histórica curiosa nos viene de la mano de Estrabón, el que refiere la introducción de Hurones en las islas Baleares, para combatir a los conejos que allí proliferaban, tras fracasar las mismas tropas romanas en su exterminio.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)