Los productos colorantes más antiguos descubiertos se hallaron en Egipto y eran polvos hechos con hojas de Henna que las mujeres utilizaban para pintar sus uñas y cabellos. En la India y Persia también era muy corriente el uso de la Henna para colorear partes del cuerpo incluido el cabello. Los romanos se servían de tintes derivados del plomo y colorantes rojos y amarillos en forma de pasta hecha de talco y jugos vegetales. A las mujeres de la nobleza romana les gustaba ser rubias por lo que se decoloraban los cabellos. Durante el renacimiento las reinas de la belleza son rubias ya que la belleza y la dulzura se identifican con el pelo rubio. Pero es a partir del siglo XIX cuando los investigadores científicos empiezan a interesarse por el problema de la coloración. Aún así, los tintes no tenía buena prensa y no fue hasta el segundo cuarto del siglo XX cuando las cosas empezaron a cambiar y se perfeccionó el tinte a base de colorantes de oxidación.
En el antiguo imperio Egipcio se producen los cambios más significativos en cosmética: el corte del cabello como diferenciación entre clases sociales, los primeros pigmentos de origen vegetal para el cabello,…
Peinados, pelucas, baños de leche, estilizadas siluetas,… todo formaba parte de una cultura en la que lo espiritual, el arte, la religión y la ciencia tenían una importancia fundamental. El cabello se teñía de henna o bien se rasuraba para facilitar los continuos cambios de pelucas; la piel se mantenía tersa mediante ungüentos o baños perfumados o de leche; los ojos se remarcaban en negro, engrandeciendo y suavizando su forma natural; el carmín blanco de los labios, utilizado para restar vivez a la cara, y el rojo para las mejillas, se extraían de las plantas; coloreaban los párpados en verde o azul mediante antimonio.
Las dos reinas que más destacaron por su belleza fueron Nefertiti, de quien se recuerda su estilizada silueta a pesar de haber sido madre seis veces, y Cleopatra, famosa por sus mascarillas, su maquillaje y sus baños de leche.
Grecia
Grecia fue la civilización de la belleza. Al igual que en Egipto, los esclavos mantenían lo más hermosas posibles las cabezas de sus amos, pero Grecia aportó los salones de belleza, donde se peinaban las cabezas más selectas.En Grecia lucían rizos, ellos con el cabello corto y ellas con el pelo largo recogido en moños que envolvían con redecillas doradas o cintas.
Pero la mayor atención se prestaba al cuidado del cuerpo, que se realizaba en los baños públicos: primero diversos ejercicios físicos, luego el baño generalmente con agua fría; los masajes también tenían un papel esencial, seguidos de la aplicación de aceites perfumados extraídos de flores.
El maquillaje de las mujeres consistía en color negro y azul para los ojos, las mejillas coloreadas con carmín y los labios y uñas en un único color; el color de la cara debía ser pálido como reflejo de pasión.
Los íberos tuvieron una enorme influencia de la cultura griega: pelo trenzado y enroscado y cubierto de tela, complementos como mantillas y peinetas, así como cintas, redecillas y diademas a modo de corona de influencia griega.
Los pueblos bárbaros
Poco dados a valorar criterios estéticos, pero sí prácticos, sus peinados solían consistir en trenzas y colas de caballo.Roma
La estética constituyó una auténtica obsesión para hombres y mujeres. El cabello era corto para los hombres y solía sujetarse con una cinta; las mujeres dejaban caer su pelo en forma de tirabuzón o ligeramente ondulado, o bien lo recogían en moños sobre la nuca, que envolvían con redecillas o cintas del mismo modo que las griegas. Pero no existía un ideal único de belleza, sino que recogieron influencias dispares de los pueblos conquistados, por lo que comenzaron a hacer pruebas para aclarar el cabello.Los salones de belleza eran ya un negocio, organizándose por especialidades en lugar de dar un servicio global.
La depilación en la antigüedad
Egipto
La sangre de los animales, las conchas de tortuga, los gusanos o la grasa de hipopótamo son algunas de las sustancias que se empleaban a la hora de depilar, esto según recoge el papiro de Eber, un texto egipcio sobre medicina y magia que data del año 1500 antes de Cristo. Sin embrago el método más empleado por las egipcias era una sustancia similar a la "cera" que se conseguía de dos formas: una masa resultado de mezclar azúcar, agua y limón, la llamada cera de azúcar, o la mezcla de aceite y miel.
Grecia
El Griego encontró en un cuerpo liso y sin pelo un ejemplo de belleza, juventud e inocencia. Las mujeres griegas, especialmente las señoras de alta clase social, consideraban feo el pelo pubico.
Roma
Tampoco los Romanos tuvieron gusto por el pelo pubico: las muchachas jóvenes comenzaban a quitarlo tan pronto como apareciera el primer vello. Era tal su importancia que en Roma existían esclavos especializados en depilar, empleando para ello una crema denominada philotrum o dropax, similar a las actuales cremas depilatorias, unas pinzas denominadas volsella y una especie de cera realizada a base de resina o brea.
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