jueves, 27 de enero de 2011

Enclavado en el Pirineo atlántico, entre los puertos de Belate y Otsondo el valle de Baztán constituye el municipio más extenso de Navarra. Con una superficie de 364 km. cuadrados, a él pertenecen quince localidades: Oronoz-Mugaire, Arraioz, Irurita, Almandoz, Berroeta, Aniz, Ziga, Lekaroz, Gartzain, Elbetea, Arizkun, Azpilkueta, Erratzu, Amaiur-Maya y Elizondo, capital del valle.

Un valle caracterizado por ser tierra hidalgos e indianos, que regresaron de ultramar con una gran fortuna que invirtieron en remodelarlo. El resultado: abundantes palacios y caseríos de piedra rosácea con grandes balconadas; monasterios y puentes medievales sobre ríos saltarines; metas esparcidas por prados y colinas; sugerentes bosques; monumentos megalíticos y cuevas... Además, peregrinos, brujas y contrabandistas también dejaron su huella. Hoy pueden seguirse sus pasos a través de diversas rutas: la del Camino de Santiago del Baztan, la de las brujas y el sendero de los contrabandistas que une las cercanas cuevas de Urdax, Zugarramurdi y Sara.

En Baztan disfrutará de infinitas posibilidades. Senderos sencillos porque en estas tierras, las crestas del Pirineo navarro se inclinan hacia el mar haciéndose más suaves; museos para todos los gustos, molinos aún en activo, deliciosa gastronomía y unas tradiciones que se han conservado a lo largo de los tiempos. Además, muchos de sus caseríos se han convertido en acogedoras casas rurales donde podrá disfrutar de las costumbres y del carácter amable de las gentes del Baztan.
  • Izalzu o Itzaltzu
  • Ochagavía u Otsagabia u Otsagi
  • Ezcároz o Ezkaroze
  • Jaurrieta o Eaurta
  • Oronz u Orontze
  • Esparza de Salazar o Espartza Zaraitzu o Esparza
  • Ibilcieta o Ibiltzieta o Ibizta
  • Sarriés o Sartze
  • Igal o Igari
  • Güesa o Gorza
  • Ripalda o Erripalda
  • Izal o Itzalle
  • Gallués o Galoze
  • Iciz o Izize 
  • Uscarrés o Uskartze                                

    Situado en el corazón del Pirineo navarro, el Valle de Salazar conforma un destino muy atractivo para disfrutar de la Naturaleza. Tierra de contrastes, los paisajes evolucionan desde los frondosos bosques de hayas del norte a las espectaculares foces que bordean el sur del Valle.

    La impresionante Selva de Irati ofrece un espectáculo continuado durante todo el año. Salazar es un valle de arquitectura cuidada, donde  arte e historia se dan la mano y complementan junto a danzas, tradiciones o gastronomía una amplia oferta cultural. 

                                                         
    El Valle de Salazar es un valle del Pirineo Navarro dispuesto de Norte a Sur y drenado por el río homónimo, salvo su parte más septentrional que lo es por el río Irati. Limita al N. con Francia, al E. con el Valle de Roncal, al O. con el de Aézcoa y al S. con el Almiradío de Navascués. Ocupa una superficie de 32.642 Ha., incluidos los montes comunales de Irati (6.520 Ha.), Abodi (1.210 Ha.), Picatúa y Andrilla (1.610 Ha.), Remendía (1.427 Ha.), Campo de Zenozerisluces (3.696 m./2), Zabaleta (1.283 Ha.) y Andresoroa (24.907 m2).
    Constituye una comunidad formada por los lugares de Ezcároz, Esparza, Gallués, Güesa, Izalzu, Jaurrieta, Ochagavía, Oronz, Ripalda, Uscarrés, Igal, Izal, Iciz, Sarriés e Ibilcieta.
    Sus órganos de gobierno, encargados, entre otras cuestiones, de la administración de los bienes comunales, son la Junta del Valle, los ayuntamientos de cada municipio, y los concejos.
    Su clima varía entre el submediterráneo, que domina en su mitad S. y el subatlántico de la mitad N., cuyas diferencias altitudinales dan lugar a fuertes contrastes térmicos (12-8º C) y pluviométricos (1.000-1.800 mm.).
    A dichos dominios corresponden, respectivamente, extensos bosques de pino silvestre (9.370 Ha.) y hayedos (9.186 Ha.), además de algunos robledales (879 Ha.), que marcan la transición entre ambos.
    Los recursos económicos de Salazar han sufrido una transformación a lo largo del tiempo. De ser un Valle eminentemente agrícola y ganadero se ha pasado a una economía más diversificada, donde el sector turístico ha experimentado un gran auge en los últimos años.
  •  Agricultura
    Forestal arbolado: 34,2% de la superficie
    Pastos y matorrales: 55,4% de la superficie
    Tierras de labor (forrajes, cereales, patatas): 9,2% de la superficie.
    Su economía se completa con los importantes efectivos ganaderos que aprovechan los extensos pastos estivales, situados al N. y S. de la sierra de Abodi y su derecho de trashumancia a las Bardenas Reales, para la invernada.
    La ocupación laboral de Salazar se centra en tres ejes básicos, todo ello relacionado con los recursos naturales propios del valle, como el agro-ganadero, forestal y turístico. La actividad más importante es la ganadera, relacionada con la ovina, de raza churra, bovina y caballar. La patata de siembra, característica de esta zona, es el principal cultivo del lugar.

    Ganadería
    En la historia de Salazar, una de sus tradicionales fuentes de riqueza es el ganado. Por eso, los pastos y sus delimitaciones han tenido gran importancia, así como la trashumancia. Mediante esta última, los pastores trasladaban el ganado desde los pastos de invierno en Bardenas, Castejón, Figarol, Fontellas o Ribaforada, hasta los pastos de verano sitos en los puertos de Idarroki, Ori o Abodi. Ver más

    En la actualidad, el grueso de la ganadería salacenca se halla constituído por las ovejas,
    Los ganaderos salacencos tienen derecho al acceso a los pastos propiedad de la Universidad de Salazar, o en los que el Valle de Salazar es congozante, como ocurre en las Bardenas Reales, así como a disfrutar de los servicios pastoriles allí instalados.
    Las Cañadas
    Las vías pecuarias más usadas por los pastores salacencos han sido:
    a) La Cañada de los roncaleses, a la que se integran a partir de Cáseda, y recorre de norte a sur Navarra, por todo el límite oriental.
    b) La Cañada Real de Murillo el Fruto a Salazar, cuyos puntos más conocidos son el Monte Peña. Desde Lumbier hay dos ramales que utilizan los pastores: uno para llegar a los pastos de Remendía y otro, el que pasa por Ibilcieta y se interna en Ezcároz, donde se pierde todo vestigio.
    ForestalIndustriaLa industria, en su mayor porcentaje, está relacionada con el aprovechamiento forestal, siendo la construcción otra de las fuentes económicas de los salacencos.
    En la actualidad, el Valle cuenta con su propio Polígono Industrial, situado en el pueblo de Iciz. En él ya se han instalado empresas de cantería, madera y de nuevas tecnologías. El establecimiento de un polígono crea nuevas perspectivas económicas en el valle, y abre el futuro a la mejora industrial de la zona.

    TurismoTurismo
    El turismo es uno de los sectores económicos que más fuerza está teniendo en los últimos años. El éxito de la implantación de las casas rurales, campings, hostales y restaurantes, la aparición de grupos dinamizadores turístico-deportivos, la creación de senderos y circuitos de esquí nórdico, etc., están propiciando una activación de empleo que, poco a poco, está induciendo efectos sobre la actividad económica del valle.
    Las estancias estrictamente turísticas o lúdico-deportivas están influyendo en la tradicional economía de montaña, al generalizarse una función mixta de tránsito de cazadores y pescadores, deportistas de la nieve y la montaña, y simples turistas, amantes de la naturaleza que buscan un tipo de ocio activo en la tranquilidad de la montaña. Todo este nuevo movimiento potencia, además, la actividad comercial, artesanal y de servicios que proporciona una salida a las producciones primarias de este valle pirenaico.

    PescaCaza y pesca
    La pesca, en los ríos que discurren por el territorio del Valle de Salazar, está regulada por la Orden General de Vedas que establece el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, para cada año, diferenciándose dos tipos de tramo: con muerte y sin muerte.
    La riqueza piscícola de los ríos salacencos Anduña, Zatoya, Urtxuria, Irati, Salazar e Ibarrondoa se concreta en las especies chipas, madrillas, barbos y, de modo singular, truchas. En la actualidad, Salazar se encuentra expresamente incluido entre las zonas trucheras y las aguas de sus ríos Irati y Salazar fueron declaradas como "aguas habitadas por la trucha", estando sometido a la reglamentación de cotos para la pesca de trucha, de cada temporada.


    La caza, previa autorización del mismo, es explotada mediante concesiones administrativas efectuadas por las entidades municipales salacencas, concejiles o por la Junta del Valle.
    La caza que hay en el Valle de Salazar es la siguiente:
    a) Caza Menor: la perdiz, la paloma, la becada, el zorro. La liebre se caza con autorización específica dada su escasa población.
    b) Caza Mayor: el jabalí, el ciervo y el corzo.
    Silvicultura
    La Junta del Valle de Salazar tiene como fundamento base para su economía la explotación de sus montes comunales, que son Irati y Remendía. Esta ha sido, desde tiempo inmemorial, la fuente de ingresos fundamental de la Universidad del Valle.
    Cada año salen a subasta los lotes de madera (hayas, pinos y abetos), y las empresas madereras pujan para obtener los derechos de explotación de dichos lotes. Son los guardas de la Junta del Valle, junto con los celadores de montes del Gobierno de Navarra los encargados de marcar los árboles que corresponden a cada lote subastado.
    Este control en la explotación forestal permite que el bosque mantenga el equilibrio en su ecosistema. 

    Debido a su disposición Norte-Sur, el  Valle de Salazar ofrece una gran variedad de paisajes. Desde las inmensidades boscosas del norte húmedo hasta la influencia del clima mediterráneo en el sur, a las puertas de las espectaculares foces prepirenaicas.                      
El valle de Roncal (Erronkariko ibaxa en euskera roncalés) es un valle de la Comunidad Foral de Navarra (España), situado Merindad de Sangüesa. Está enclavado al nordeste de la comunidad en la Cordillera de los Pirineos, dispuesto de norte a sur y recorrido por el río Esca. Comprende siete villas: Burgui, Garde, Isaba, Roncal, Urzainqui, Uztárroz y Vidángoz y administrativamente está constituido en una mancomunidad una entidad local de carácter tradicional.[1
Limita al norte con Francia (departamento de Pirineos Atlánticos), al este con el Valle de Ansó (Huesca), al sur con Salvatierra (Zaragoza) y al oeste con el valle de Salazar.
La orografía es fundamentalmente montañosa, dada su situación en los Pirineos, encontrándose en el valle la cumbre más elevada de Navarra: la Mesa de los Tres Reyes (2.424 m.) en cuya cima se encuentra una estatua de San Francisco Javier, colocada por el Club Deportivo Navarra. Al Norte del valle está el valle de Belagua, que es el único valle glaciar de Navarra. Se formó por lenguas de hielo del glaciar de Larra. La reserva natural de Larra está más allá de este valle es donde es la culminación de Navarra: la Mesa de los Tres Reyes, y otros picos mayores (Lakartxela, Txamantxoia ,...). Es también uno de los macizos kársticos más grande en Europa.
Los ríos son numerosos, siendo el principal el Esca (afluente del Aragón, que a su vez es afluente del Ebro), en la que se recoje el flujo de muchos arroyos (Belagua, Uztárroz, ...).
La vegetación se compone de pinos y abetos, hayas, castaños, robles entre otros. En el valle de Roncal habitan varios animales en peligro de extinción como el osos de los Pirineos.
El clima varía entre el subalpino en las partes más altas y el submediterráneo en las bajas. Los veranos son cortos y templados, sucediendo a largos y duros inviernos nevados, que permiten la práctica del esquí.
El valle está constituido administrativamente en una mancomunidad. El valle está formado por siete villas constituidas en municipio. Estos municipios se agrupan dentro de la Junta del Valle de Roncal (Asamblea del Valle de Roncal), una agrupación de caracter tradicional del valle. La Junta está compuesta por 21 miembros: tres por municipio, incluido el alcalde de cada uno de ellos. Las reuniones se celebra tradicionalmente en Roncal, capital del valle, el alcalde de este municipio es el encargado de presidir la junta. Sin embargo, en julio y septiembre, la reuniones se celebraron en Isaba y Urzainqui, respectivamente, mientras que la presidencia fue asumida por los alcaldes de estos municipios.
La Asamblea tiene competencia en varios asuntos concernientes a los intereses comunes del Valle: el desarrollo económico, turísmo, medio ambiente, agricultura etc. Los actos de la junta fueron ejecutados en el marco jurídico de la Comunidad Foral de Navarra y España.[1]
En la administración territorial, del valle está incluido en la comarca geográfica de los Pirineos Orientales (Roncal-Salazar), la Merindad de Sangüesa y el partido judicial de Aoiz.
El valle de Roncal pertenece a la zona mixta de la Comunidad Foral de Navarra, donde el euskera es cooficial, y puede ser utilizado por todos los ciudadanos en sus relaciones con la administración junto con el castellano.

El valle de Roncal, posee contrastes climáticos y paisajísticos. Al sur nos encontramos con la Foz de Burgui y la Vega de Burgui, rodeada por pinares. Desde Roncal hasta Uztárroz el valle se encaja en un barranco, donde predominan la roca, hayas y robles.
Al norte se encuentra el Valle de Belagua que es el único valle glaciar existente en Navarra que fue formado hace miles de años por una de las lenguas de hielo que partían del glaciar de Larra. Su nombre lo recibe del río Belagua. En la vegetación de Belagua se entremezclan pinos, abetos, hayas, quejigos, avellanos, bojes y tilos.
Ascendiendo por el Puerto de Belagua el paisaje da paso a la Reserva Natural de Larra, una meseta dominada por la Mesa de los Tres Reyes y los picos de Anie, Arlas y Lakora. Con una altitud que oscila entre los 1000 y los 2.444m. y una extensión de 2.789 hectáreas, Larra constituye uno de los macizos Kársticos más impresionantes de Europa. En su paisaje predominan los lapiaces, dolinas y simas como la de la Piedra de San Martín. Esta circunstancia convierte a Larra en un lugar privilegiado para la espeleología. El paisaje vegetal está dominado por el pino negro, rododendros, arándanos, enebros… En las cotas más bajas abunda el hayedo-abetal. Los animales más característicos son el oso pardo, el urogallo, el sarrio, la marmota, el armiño, la perdiz nival, la perdiz pardilla, el pico dorsiblanco, el pito negro, la lechuza de Tengmal y el treparriscos.

La Burunda es un valle de la Comunidad Foral de Navarra, España, situado en la comarca de la Barranca (Sakana en euskera). Está compuesto por los municipios de: Bacáicoa o Bakaiku, Iturmendi, Urdiáin o Urdiain, Alsasua o Altsasu, Ciordia o Ziordia y Olazagutía o Olazti.
El valle está constituido por la cuenca alta receptora del río Araquil o Burunda en Álava, y por la del río Alzania, que confluye a un kilómetro escaso de Alsasua, formando casi ángulo recto. Cierran el valle las sierras de Urbasa al sur., Aralar al nordeste. y Alzania al noroeste., con lo que se forma un triángulo pétreo sin más acceso que por ambos extremos de la Barranca y el puerto de Echegarate al norte. Yendo Río Araquil abajo se sitúan las seis poblaciones del valle escalonándose en ambas laderas del río: Ciordia a la izquierda, Olazagutía a la derecha, Alsasua a la izquierda, Urdiáin, Iturmendi y Bacáicoa a la derecha, ocupando los fondos fértiles de la cuenca principal. El clima es lluvioso y frío, en invierno y templado en verano. Atempera un tanto a este clima la influencia sub-mediterránea procedente por un lado del valle del Zadorra y por otro del Arga.[1
Los escritores de otros tiempos aseguraban que un caballero esforzado llamado don García Ximénez, señor de Abárzuza y Amescoa, fue elegido rey de Navarra. en la ermita de San Pedro de la Burunda, cerca de Alsasua, el día 20 de enero del año 717, con asistencia de 600 nobles y el obispo de Pamplona. Daban por fundamento una bula de Gregorio II del 30 de agosto del mismo año en la que se confirmaría su elección. Ya Moret sospechó de su falsedad. Hoy se le tiene por documento apócrifo. El rey Sancho el Fuerte dio en 1208 a los hombres de Burunda y a los que vinieren a poblar allí, el fuero de Laguardia:
Que cada casa pagase dos sueldos de pechas al año, y nada más, ni hiciesen facenderas (labores). Que si alguno fuese acusado de hurto jurando el acusado con 6 hombres buenos que no lo cometió, fuese absuelto. Que ningún sayón, ni merino, entrase en sus casas para tomarles nada por fuerza, y que si entrase fuese muerto y sólo pagasen por el homicidio tres meajas. Que no tuviesen fuero malo de sayonía, abnuda, mañería ni vereda sino que fuesen francos, y que si sobre esto algún señor, merino o sayón les quisiese hacer fuerza, fuesen muertos y no pagasen homicidio. Que si algún poblador hiciese molino pagase en el primer año al rey 100 sueldos y no más. Que en cualquiera parte donde hallaren yermos labrasen y paciesen sus ganados. Que tomasen las aguas para regar las piezas, y hacer molinos, donde pudiesen hallarlas. Que si viniese infanzón o villano de fuera a pedirles juicio les respondiesen, e hiciesen derecho, en la puerta de la iglesia, y que no tuviesen fuero de batalla, de hierro ni de agua caliente.
Habiendo sido incendiada la iglesia de Alsasua, donde estaba el archivo del valle de Burunda, por los de Salvatierra de Álava, se perdió dicho privilegio y el rey Felipe III, con vista del de Laguardia lo renovó al valle en 1336, y lo confirmó Don CarlosII en 1375. En 1462 el rey Juan II donó a Lanzarot, señor de Ciordia, por sus servicios, todas las rentas, derechos y emolumentos del peaje del rey en la tierra de Burunda, que dice podría ascender a 54 libras, y la pecha gallardiru o gallirdua o gaillurdirua, que pagaban los de dicha tierra, con la jurisdicción baja y mediana, para él y sus descendientes legítimos. En 1498 el rey Don Juan de Albret perdonó, para siempre, al valle de Burunda la pecha llamada gaillurdirua que dice era 2 sueldos y 6 dineros (Y. M.). La Barranca fue el portillo natural escogido por el ejército castellano de Fernando el Católico para invadir el Reino de Navarra. en 1512. El 21 de julio de este año, las tropas, acantonadas en Salvatierra de Álava, violaban la frontera navarra penetrando en la Burunda. A la cabeza de las mismas iban los beamonteses navarros con don Luis de Beaumont, hijo del conde de Lerín. El cronista oficial Luis Correa relata detalladamente esta entrada:
E así, en esta orden, las banderas tendidas, entró en Navarra., y entrando en ella todos los lugares se le dieron, parte por miedo, parte por una vieja amistad que aquellos pueblos suelen tener con los condestables de Navarra. que son la cabeza de los beamonteses; y por esto dio el duque de Alba la delantera de las batallas a don Luis de Beaumont... El Duque mandó que ningún lugar de aquellos fuese maltratado de la gente de la guerra...
Las tropas castellanas acamparon el día 22 en Huarte-Araquil, rumbo a Pamplona. En 1575 fue encomendada al escribano Pérez de Huarte una investigación sobre diversos casos de brujería y prácticas supersticiosas que se habían registrado en el valle, especialmente en Ciordia y Urdiáin. En esta última localidad fue condenada a destierro la anciana María Martiz. Felipe IV eximió a los burundeses en 1630 y 1632, de contribuir a las obras y corveas reales, después de escuchar el alegato que éstos hicieron de ser este valle cuna de la monarquía navarra. Esta exención perduró hasta la supresión de los fueros vascos. Este valle fue testigo, durante la Primera Guerra Carlista, de la llamada Acción de la Venta de Alsasua. El 21 de abril de 1834 tuvo lugar el primer encuentro serio entre Tomás Zumalacárregui y Quesada, en Alsasua, donde el jefe carlista, teniendo a sus órdenes a Uranga y Villarreal, dejó maltrecho a Quesada. Quesada se dirigía con su división de Vitoria a Navarra. conduciendo de paso 500.000 reales para el ejército. Los liberales perdieron 50 hombres, entre ellos a varios oficiales.

egun parece ,el nombre de Alsasua (Altsasu) significa " paraje en el que abundan alisos",ya que la sílaba "tsu" variante de "zu",sufijo frecuente en toponimia indica "abundancia de", "conjunto de",y no "fuego" como popularmente se cree. Por lo que la traducción de que Alsasua significa "Aliso quemado" se trata de una fantasía.

La presencia del hombre en nuestra comarca se puede situar en el período Paleolítico, hace 100.000 años. Los hallazgos de hachas de piedra y otros utillajes de silex en la sierra de Urbasa y en el yacimiento de Koskobilo, Atabo y Orobe, delatan la presencia de cazadores y recolectores tal vez atraídos por la abundancia de materiales de silex. La caza de osos, ciervos, caballos, bisontes y hasta elefantes constituía la base de su alimentación y abrigo.

La historia nos enseña que ya en el siglo XII consta con la grafia de "Alssatssu" como uno de los lugares de la Burunda, aunque hasta 1846 no fué municipio propio.Allá por 1268 ,Alsasua no llegaba ni a la mitad de población de Urdiáin y Olazagutía,(municipios con los que limita),pero un siglo después ya aventajaba a Olazagutía,y en otro siglo más la población de Urdiáin no llegaba a la mitad de la de Alsasua.
En la gran depresión del siglo XIV, el término de Alsasua debió de fagocitar los desolados cercanos de Angustina,Argiñano,Elcuren,Sagatsua y Urayar.

A partir de mediados del siglo XIX, es cuando las cosas comienzan a cambiar con la implantación de las primeras industrias,una ferrería y una fábrica de charoles y curtidos. Alsasua ya era la cabeza del valle. Además, en 1863 se inauguró la estación del ferrocarril, gracias a lo cual vinieron muchos forasteros que contribuyeron al desarrollo del pueblo.
En 1907 el rey Alfonso XIII, decidió darnos el título de "Muy Ilustre Villa",Alsasua se convertirá muy rápidamente en un centro industrial con un gran número de trabajadores sindicados.
 
El Valle de Aezcoa (en euskera Aezkoa Ibarra) en el nordeste de Navarra (España) está situado transversalmente a los Pirineos en la comarca de Auñamendi, limitando al norte con el Valle de Cize (Baja Navarra), al este con el Valle de Salazar, con Urraúl Alto al sur y con el Valle de Arce, Burguete y Roncesvalles al oeste.
De orografía montañosa, todas por debajo de los 1500 m., denotan que aquí, sin embargo, el Pirineo ha perdido buena parte de su vigor. Bosques imponentes de robles y hayas confieren al paisaje aezcoano un particular atractivo, que complementan las vivas aguas del río Irati, principal corriente fluvial de la zona. El invierno propicia en Aezcoa copiosas nevadas, mientras que los veranos son suaves y agradables.
El Valle está integrado por nueve municipios: Abaurrea Alta, Abaurrea Baja, Aria, Arive, Garayoa, Garralda, Villanueva de Aezcoa, Orbara y Orbaiceta. Las localidades son pequeñas, formadas por típicas viviendas pirenaicas con paredes de piedra encaladas y tejados pronunciados. La ganadería ha perdido la pujanza de antaño, cuando interminables rebaños de ovejas recorrían las cañadas hacia la Ribera de Navarra antes de que llegara el invierno, los aezcoanos conservan con celo las artes tradicionales de la elaboración de un queso cuya fama trasciende las fronteras de la Comunidad. Además, la lengua propia, el euskera, se mantiene viva, conservando el dialecto local o aezkera.
Muy cerca de Aezcoa, se encuentra la colegiata de Roncesvalles, hito singular del Camino de Santiago de gran relevancia histórico-artística. En la hermosa planicie de Roncesvalles se asientan los pueblos de Espinal y Burguete, centro turístico comarcal desde principios de siglo XX. Siguiendo la carretera de Roncesvalles a la Baja Navarra, se desciende pasado el Puerto de Ibañeta (1057 m.) hasta Valcarlos, bella localidad influenciada por la proximidad de Francia. El municipio bajonavarro más cercano, atravesada la frontera de Arnéguy, es San Juan Pie de Puerto, que suele ser visitado aprovechando el viaje a Valcarlos.

Aezkoa, valle Pirenaico, está formado por nueve pueblos:

Abaurregaina/ Abaurrea Alta, Abaurrepea/ Abaurrea Baja, Aria, Aribe, Garaioa, Garralda, Hiriberri/ Villanueva, Orbaizeta y Orbara.

• El 60% del Valle está poblado de bosque, o lo que es lo mismo, tiene 12.101 Ha de masa forestal, repartidas principalmente en hayedo, 9.538 Ha, y robledal con 1.620 Ha. Los pastos ocupan el 28% del territorio.
Valle ganadero y forestal por excelencia, aún abundan aquí los rebaños de ovejas de la tierra (latxas), vacas pirenaicas y yeguas burguetanas.

• De los montes aezkoanos se saca madera desde hace 200 años, de manera casi ininterrumpida. Hoy en día el turismo ha ayudado a la economía local y también a que la gente de la zona apueste por quedarse en el valle.
Con una extensión de 20.300 Has, el Valle de Aezkoa está situado en los Pirineos, en su zona más antigua y erosionada (en sentido Este-Oeste).


El clima es subatlántico de montaña, típico de la región pirenaica, con invierno largos y fríos y veranos suaves. Esto influye en la vegetación y fauna.

• Las fuertes influencias del clima atlántico (el mar se encuentra a unos 55 km en línea recta), le hacen ser un clima de transición al pirenaico.

jueves, 20 de enero de 2011

El Valle de Orba o Valdorba (Orbaibar en euskera[1] ) es un conjunto de valles situados cerca del centro geográfico de la Comunidad Foral de Navarra. Está formado por los municipios de Barásoain, Garínoain, Leoz, Olóriz, Orísoain, Pueyo y Unzué.El Valle de la Valdorba es una de las zonas de Navarra de paso entre el Pirineo y la Ribera. La Valdorba es una comarca integrada por pequeñas aldeas de demografía regresiva, algunas incluso despobladas, pero que mantiene un patrimonio monumental de iglesias rurales y palacios que recuerda la importancia que tuvo en el pasado como una de las rutas del camino de Santiago. Sus tierras fueron escenario de insignes batallas como las acciones de los reyes de Pamplona contra los árabes; las rivalidades dinásticas entre los partidarios del Príncipe Carlos de Viana y los del rey Juan II en el siglo XV. Durante la guerra de la independencia sus encinares y carrascos sirvieron de refugio a las partidas de guerrilleros comandadas por Espoz y Mina y otros muchos episodios de nuestra historia tuvieron reflejo en esta zona. En la foto vemos el valle desde Pueio. Aunque muchos de sus pueblos en la actualidad han sido abandonados, la huella de la historia está patente en ella. El texto en negrita corresponde a la canción Baldorba de Benito Lertxundi (J.A.Urbeltz & B. Lertxundi).Como en Gaudiriain, una localidad arrasada por una epidemia que sesgó la vida de todos los vecinos y de la que sólo salieron con vida tres niños que fueron recogidos por los habitantes de varios pueblos cercanos. Por eso merece la pena dedicar un poco de tiempo repasar alguna piezas de esta zona, visitar sus iglesias y sus conventos como los de Garínoain o los santuarios de Cataláin y Echano. Cuando en Nafarroa decidieron apostar por la energía eólica, Orbaibar (Valdorba) se situó en el punto de mira, en el camino del que fue apartada hace décadas, según cantó Benito Lertxundi. Muchos vecinos acogieron con los brazos abiertos a quienes prometían prosperidad ligada al medio ambiente. Las montañas del valle se plagaron de molinos, pero ahora se pretende además potenciar los parques y plantar gigantes que doblan en volumen a las actuales turbinas.
El paisaje del valle navarro de Orbaibar, más conocido por la denominación de la Valdorba, aparece sembrado de molinos eólicos desde las sierras de Alaitz e Izko, al norte, hasta la de Gerinda, al sur. Los parques se abrieron en el año 1996, y apenas dejaron crestas de montaña sin molinos. Salvo una zona que se declaró reserva natural en torno al monte Olleta -promocionada como tal por los propios impulsores de los parques eólicos- y en la llanura que sirve de tierra de cultivo de cereal, viñedos y olivos, las montañas que albergan la riqueza de los bosques y su fauna se ven ocupadas por esos gigantes que se alzan prepotentes sobre lomas que ofrecen deliciosas vistas, como la sierra de Alaitz. Desde allí se dominan Elomendi (la Higa de Monreal) y la Sierra de Izko; en el horizonte, las crestas del Pirineo; al norte, Iruñerria; al oeste, la peña de Etxauri, la sierra de Kodes...; y al sur, Orbaibar plagada de turbinas eólicas.
José Román Gómez, secretario del Ayuntamiento de Leoz, fue testigo del antes y después de la implantación de las turbinas eólicas en los montes de la Valdorba. Admite que tienen un fuerte impacto visual y que han acarreado otro tipo de afecciones como la muerte de buitres y otras aves, pero argumenta que «había que aprovechar la apuesta por las energías renovables». Asegura que en caso contrario «los pueblos del valle estaban condenados a desaparecer». Gómez explica que cuando Energías Hidroeléctricas de Navarra (EHN) se mostró interesado en el valle, desde el Ayuntamiento de Leoz decidieron invertir los beneficios obtenidos de la cesión de los terrenos comunales en el acondicionamiento de las casas y las calles de los pueblos valdorbeses, que desde los años 60 se hallaban en alarmante decadencia. Afirma que desde el primer momento velaron por que «las cosas se hicieran bien». Para ello, promovieron la creación de la empresa social Orbalan, que fue apoyada por EHN, enfocada al mantenimiento de la flora del valle y a reparar, en el caso de que fuera necesario, las afecciones resultantes de la instalación de las infraestructuras eólicas.
El Ayuntamiento de Leoz cuenta con terrenos ocupados por los parques en la sierra de Gerinda y en los altos de Uzkita, que acogen un total de 148 turbinas eólicas. Algunas de esas tierras son particulares; el Ayuntamiento obtiene beneficios de los terrenos comunales. Gómez asume que a EHN no le resultó difícil adquirir esas tierras: «Las empresas eligen las zonas más pobres, ya que es más fácil entrar. Antes de la actividad eólica, la única riqueza del Ayuntamiento era el coto de caza de la Valdorba». Iratxeta se muestra espléndida hoy en día, con sus casas de piedra totalmente renovadas manteniendo su carácter original. El secretario agradece esa recuperación a los parques eólicos, ya que han hecho posible que el Ayuntamiento pudiera apostar por el «ecoturismo». EHN impulsó esa iniciativa, y hoy en día la Valdorba se presenta como referente en la conjunción de «las energías renovables y el desarrollo rural basado en el respeto al medioambiente».
El proyecto Life MicoValdorba, impulsado desde el valle, fue seleccionado como mejor proyecto europeo Life-Medio Ambiente dentro de la categoría de planificación y ordenación territorial, y quedó finalista del Concurso de Buenas Prácticas de la Sección UN-Habitat de Naciones Unidas.
Orbaibar ha salido del letargo. Existe una actividad basada en el turismo, promovido por los mismos impulsores de la actividad eólica, que también genera empleos, y la migración durante los últimos años desde las ciudades a los entornos rurales ha acarreado un incremento de la población.
«Parque experimental» en Alaitz
Pero la tecnología en las energías renovables avanza con rapidez, y parece que ya se han quedado obsoletos los molinos instalados hace una década. El Plan 2001-2010 del Gobierno de Nafarroa establecía que para el año 2005 se instalaran todos los parques autorizados en el Plan 1995-2000, y que a partir de esa fecha la producción de energía aumentará sólo mediante la potenciación de las instalaciones existentes. Para ello, el Gobierno ha establecido algunos requisitos, como «que las sustituciones no impliquen un incremento de la superficie del parque y que las máquinas que se sustituyan no se ubiquen en otro parque navarro» (se permite, por ejemplo, destinarlas a otros países).
La introducción de tres nuevos gigantes que doblan en tamaño a los molinos actuales de la sierra de Alaitz es una actuación «experimental», y por tanto, no puede considerarse «ampliación del parque». Sin embargo, se prevé en una zona que en su día quedó libre para ofrecer un paso a las aves migratorias. Orbaibar ha sido históricamente vía de tránsito para ellas, aunque también para los seres humanos: buitres, alimoches y otras especies aprovechan el espacio libre de molinos para cruzar la Sierra de Alaitz en su camino desde Izaga y Elomendi hacia las cálidas tierras del sur. La Valdorba es reconocida como una de las vías entre el Pirineo y Erribera. Por otro lado, el paraje donde se proyecta el «parque experimental» es zona de vuelo de una pareja de quebrantahuesos, especie emblemática y protegida específicamente por la legislación navarra. La zona alberga, además, un frondoso bosque de hayas y robles, donde también pueden apre- ciarse el boj y el acebo, especies protegidas con la prohibición de su tala. Ahí está el hayedo situado más al sur de Nafarroa, junto con los de la sierra de Kodes.
Aunque los promotores de los parques eólicos en 1996 dejaron bien claro que «el impacto ambiental sería el mínimo posible», y EHN aseguraba «abordar los proyectos desde el máximo respeto al medio ambiente», diez años después se retoman los trabajos. La actual carretera hasta el pueblo de Etxague y las pistas que suben a la sierra desde el mismo no son transitables para el transporte de unas torres de cien metros, así que la carretera será ampliada hasta alcanzar los siete metros de ancho, y las pistas se adecuarán, eliminando alguna curva y asfaltando ciertos tramos. De nuevo movimientos de tierras y camiones monte arriba y monte abajo. De nuevo desaparición de vegetación y pastos, castigando una vez más al ya en peligro ganado valdorbés. Y, junto a ello, la desaparición de un frondoso bosque que da testimonio de la transición de climas de Nafarroa y que supone el único paso posible para el tránsito de las aves migratorias, dado que Izko y Alaitz suponen ya una peligrosa barrera con sus torres de largas aspas.
Al respecto, Gurelur explica que la instalación de las turbinas en los montes supone una afección a la avifauna, tanto por la mortandad producida por los aerogeneradores y los tendidos eléctricos como por «impedir a las aves migrar por los montes que han venido utilizando durante miles de años».
Desde Acciona, la sociedad promotora, indican que «el proyecto se halla en fase de tramitación». Ya están indicados los puntos donde se modificarán las pistas para acceder al parque, y dentro del bosque que albergará las tres nuevas torres se pueden observar las cintas que señalan su ubicación exacta. Todo está listo, aunque al parecer los trabajos no comenzarán por ahora; no han logrado que todos los propietarios de tierras afectadas por el ensanche de la carretera acepten la venta de su terreno, aunque los vecinos y el Ayuntamiento de Oloriz no tienen claro si ésa es la única razón de la demora.
Pros y contras entre los vecinos
Desde este consistorio, al que pertenece el concejo de Etxague, el alcalde, Fernando Flamarique, explica que hay que sopesar las afecciones y los beneficios. Cuando Acciona solicitó permiso para remodelar la carretera, en un primer momento le fue denegado alegando afecciones medioambientales, pero posteriormente se le propuso que remodelara todo el tramo que sirve de acceso a Etxague desde la carretera del valle. Flamarique explica que ése fue el deseo mayoritario del pueblo, y se muestra satisfecho con que Acciona financie el arreglo de la carretera. «Somos conscientes de que con los parques eólicos ganan dinero, e intentamos que ese beneficio también llegue al valle», explica Flamarique. Declara que el deseo del Ayuntamiento es la remodelación de toda la carretera, esto es, la que sirve de acceso al valle desde la N-121, pero que al ser una zona de pocos habitantes, es difícil que Obras Públicas lo haga; la situación cambia cuando se trata de Acciona.
Flamarique indica que todos los ayuntamientos de la Valdorba tienen tierras en las que se ubican turbinas eólicas, excepto Garinoain. Por otro lado, relata que el concejo de Uzkita se planteaba aceptar la propuesta de una empresa, pero para cuando decidió firmar el proyecto, el parque se había instalado en tierras de otro municipio. Flamarique se explica declarando que «se trata de una fuente de ingreso, y si no se acepta, la empresa no duda en buscar otro municipio que lo más probable es que dé el visto bueno». Este alcalde declara que son conscientes de que las empresas obran en beneficio propio, pero argumenta que siempre será mejor que lo hagan mediante este tipo de energías que a través la instalación de centrales nucleares. En cuanto a la repotenciación de los parques, opina que «si se sustituyen las turbinas actuales por unas que triplican su potencia, será mejor, ya que podría suponer la disminución del número de turbinas, con un menor impacto».
Kike Paesa era el presidente del Concejo de Etxague cuando llegó la propuesta del proyecto del «parque experimental». Personalmente no veía con buenos ojos la iniciativa que rompería la tranquilidad de la sierra de Alaitz. Ante la voluntad mayoritaria de sus vecinos de llevar a cabo aquel proyecto, optó por dejar el cargo, ya que no quiso participar en semejante proyecto. Este joven opina que con la actividad eólica «buscan el máximo rendimiento económico, pasándose por encima otros aspectos, como la riqueza de la sierra. Se podrían buscar otros emplazamientos como las llanuras, que no son tan importantes para la fauna». Explica que en su día se planteó esa idea a los promotores y que la rechazaron alegando que las llanuras no son válidas por una menor fuerza del viento. Años más tarde comenzaron a instalar turbinas en las llanuras de Erribera, aprovechando la fuerza del cierzo que durante todo el año azota la vega del Ebro. Al parecer, ahora es viable gracias a las nuevas tecnologías, pero tal y como señala Paesa, en aquel momento era de esperar que las nuevas tecnologías hicieran posibles alternativas menos costosas que ocupar las sierras.
Paesa denuncia que al abrir pistas a la montaña se ha propiciado una gran afluencia de gente cuando la sierra era casi virgen y señala los intentos de esa promoción de dar una imagen de respeto al medioambiente, mediante la protección de unas pocas zonas de la Valdorba. «Lo quieren hacer en miniatura, extendiendo la protección a su medida, declarando de interés zonas que a ellos no les interesan». Como ejemplo, da a conocer que pretenden la denominación de LIC para un paraje situado no lejos de la reserva natural del monte Conde, pero en medio se sitúa el Coto de Caza de la Valdorba. «¿Cómo se explica que en medio de dos zonas protegidas se pueda cazar?», se pregunta. Él mismo responde: «En el caso del pantano de Itoitz, cambiaron las leyes dejando sin validez las barreras de protección que contemplan las reservas naturales. Por tanto, en este momento la vía está libre para este tipo de irregularidades».
Energía eólica en Nafarroa
La asociación Gurelur, defensora de la riqueza navarra, denuncia que «la implantación de la energía eólica en Nafarroa está ocasionando el mayor desastre ecológico de los últimos años y está transformando de tal manera el paisaje navarro que, cuando concluyan los proyectos que están llenando de parques eólicos nuestros montes, no va a conocer a Nafarroa ni la madre que la parió». Asimismo, señala la manera en que han cuidado la imagen. «La producción de energía eólica y los beneficios de la misma han sido convenientemente difundidos por las empresas implicadas, obviando los graves costes ecológicos y paisajísticos».
EHN se constituyó en 1989 con el objetivo de desarrollar las energías renovables en Nafarroa. Cuatro entidades participaban: El Gobierno de Nafarroa (a través de la sociedad pública SODENA), Iberdrola, Cementos Portland y Caja Navarra. El herrialde producía en 1990 sólo el 13% de la energía que consumía, a través sobre todo de la explotación de centrales minihidraúlicas. Entre los objetivos de EHN se hallaba pues que Nafarroa se autoabasteciera «mediante la implantación de energías respetuosas con el medio ambiente» y «diversificar el tejido industrial con un nuevo sector de un alto grado de interlocución y apoyo social».
En 1994 instalaría el primer parque eólico de Nafarroa, con apenas seis aerogeneradores en Erreniega. En 1996 el Gobierno de Nafarroa aprueba el Plan Eólico de EHN para el herrialde, con Orbaibar como zona principal de actuaciones: el parque de Gerinda llegó a ser el mayor de Europa en el momento en que se inauguró, con la presencia de Juan Carlos de Borbón.
EHN ha supuesto que en 2003 Nafarroa produzca el 60% de la energía eléctrica que consume a partir de energías renovables: eólica, minihidraúlica, solar e instalaciones de biomasa. Asimismo, ha propiciado atraeer a empresas que desarrollan este tipo de actividades y centros de investigación (CENER) y formación (CNIFER). Pero ahora esa actividad es completamente privada, desde que en 2005 Acciona comprara EHN.
El valle apartado del camino que pasó de 4.700 a 1.500 habitantes en un siglo
La Valdorba ha sido zona de paso y punto de encuentro entre el Pirineo y Erribera. Antiguamente la cruzaba la ruta hacia Santiago y durante la Edad Media era un próspero valle donde abundaban los pastos y la ganadería, la caza en los bosques de sus montañas, el cereal y el vino en sus ricas tierras... hasta que en el siglo pasado, la industrialización la dejó de lado y comenzó su lenta pero progresiva decadencia. En la década de los 60 el valle fue quedándose vacío, las poblaciones fueron abandonadas y sus casas se caían. Así lo recuerda Benito Lertxundi en ``Baldorba'', la canción que descubrió su existencia a muchos vascos.
Fue siempre un valle agrícola y ganadero. La actual superficie cultivada asciende a 6.980 hectáreas, de las que el 65% son destinadas al trigo y la cebada. En cuanto a la vid, antes de la filoxera de 1891 ocupaba 890 Has, cuando en la actualidad apenas llega a las 200 Has. Siempre contó con miles de cabezas de ganado lanar, pero en 1982 escasamente pasaban de un millar. Como se ha indicado, la industria es minoritaria en Orbaibar; en 1982, de 45 empresas existentes sólo tres daban trabajo a más de cinco empleados. Y el declive demográfico ha sido imparable: si en 1860 el valle tenía 4.694 habitantes, en 1986 se habían reducido a 1.480.
En tales circunstancias no es difícil entender por qué EHN puso sus ojos en el valle y cómo buena parte de sus habitantes recibieron sus proyectos. Ante los empresarios se extendían unas tierras olvidadas, casi inexplotadas y a veces incluso inexploradas, para poder elevar sus torres generadoras de energía y también de riqueza. El proyecto se llevaría adelante con la facilidad con la que se desliza la seda, y además con la potestad de poner precio a las tierras. Todo ello en nombre de «prosperidad», «interés público» y «respeto y defensa del medio ambiente». EHN lo admite de hecho cuando presenta los beneficios socio-económicos de su actuación en Nafarroa: «Generación de empleo y aportación de recursos económicos en zonas rurales `deprimidas' o de escasa proyección económica, donde generalmente se sitúan los parques».
Sus vecinos, testigos de la decadencia del valle y reticentes a abandonarlo, aceptaron las promesas; unos por convicción, otros con resignación. J.M
La fotografía amable del Pirineo se encuentra en el norte de Navarra. Al este, el Pirineo brinda instantáneas majestuosas como los imponentes escarpes del macizo de Larra, las grandes extensiones de la Selva de Irati, la profundidad de la foz de Arbayún sobrevolada por los buitres o el histórico conjunto de la Colegiata de Orreaga-Roncesvalles.

La cadena montañosa declina suavemente de este a oeste y es entonces cuando cuidados caseríos, cuevas legendarias, verdes prados y espacios como el Parque Natural de Bertiz sorprenden a la cámara. En el extremo occidental la sierra de Aralar o el Parque Natural de Urbasa-Andía esconden tesoros como el Santuario de San Miguel in Excelsis, además de ofrecer encuadres de vértigo y magníficas panorámicas de las cumbres del Pirineo oriental.

Valdizarbe o Valle de Izarbe es un valle situado en la Comunidad Foral de Navarra, España al suroeste de la capital Pamplona. La mayor parte de esta comarca pertenece a la Merindad de Pamplona. Está surcado de norte a sur por el río Arga además de por el Camino de Santiago, que ha dejado un rico patrimonio cultural y artístico. Se asientan dieciocho localidades que acogen a más de 4700 habitantes.
Al Norte el Valle de Echauri y la Sierra del Perdón con su parque eólico.
Al Sur tenemos los montes de Nekeas (cansancio en euskera) que limitan en toda su longitud con la Ribera de Navarra. Aquí se halla al dolmen más meridional de los que se existen en la comunidad foral y el poblado romano de Andelos.
Por el Este tenemos el valle de Valdizarbe, con sus interminables campos de cereal, y los pequeños pueblos.
Y por el Oeste continúa la ruta jacobea, pero antes encontramos Val de Mañeru, tierra conocida por sus vinos, por su historia carlista, y como todo Valdizarbe, por la hospitalida.
Valdizarbe es tierra de pinos y encinas, de chopos, robles y abedules, de romero, tomillo y espliego. Podemos encontrar jabalí y zorro con conejos y liebres, la perdiz y el milano con cernícalos y águilas culebreras, el cormorán y la garza real, con las cigüeñas. Fundamentalmente cerealista, con extensiones de regadío.
Las particularidades físicas y climáticas tan variadas de la Valdorba, admiten la presencia de una vegetación natural muy rica y variada que va más allá de la propia de los medios mediterráneos. Un paseo por la Valdorba permite observar el paisaje vegetal que marca la transición entre las características naturales del mundo cantabro-pirenaico y el mediterráneo: desde los bosques de hoja caduca como el hayedo y los robledales marcescentes a los carrascales y coscojares de hoja perenne, de los cultivos mediterráneos de cereal, olivo, vid, almendro…a los pastos de montaña.El Valle de Orba es una de las zonas de Navarra de paso entre el Pirineo y la Ribera. La Valdorba es una comarca integrada por pequeñas aldeas de demografía regresiva, algunas incluso despobladas, pero que mantiene un patrimonio monumental de iglesias rurales y palacios que recuerda la importancia que tuvo en el pasado como una de las rutas del camino de Santiago. Sus tierras fueron escenario de insignes batallas como las acciones de los reyes de Pamplona contra los árabes; las rivalidades dinásticas entre los partidarios del Príncipe Carlos de Viana y los del rey Juan II en el siglo XV. Durante la guerra de la independencia sus encinares y carrascos sirvieron de refugio a las partidas de guerrilleros comandadas por Espoz y Mina y otros muchos episodios de nuestra historia tuvieron reflejo en esta zona. Aunque muchos de sus pueblos en la actualidad han sido abandonados, la huella de la historia está patente en ella.
Como en Gandiriain, una localidad arrasada por una epidemia que sesgó la vida de todos los vecinos y de la que sólo salieron con vida tres niños que fueron recogidos por los habitantes de varios pueblos cercanos. Por eso merece la pena dedicar un poco de tiempo repasar alguna piezas de esta zona, visitar sus iglesias y sus conventos como los de Garínoain o los santuarios de Cataláin y Echano.
En Unzué por ejemplo podemos visitar la iglesia de San Millán del siglo XII-XIV con la imagen de Nuestra Señora de Artederra. En Echagüe, un palacio del siglo XVI y la Ermita de Santa Bárbara. Son pequeñas cosas, pero que miradas en su conjunto ofrecen una visión importante de la historia del lugar.
La Valdorba es un valle rural y tranquilo con un rico y singular patrimonio artístico y natural.

Atravesada por antiguas rutas del Camino de Santiago, sus tierras están sembradas de iglesias, cruceros y ermitas románicas. El valle tiene suaves y agradables paisajes de campos, montes y bosques, y una gran diversidad de hábitats, fauna y flora.

 
 
Puente la Reina 2.777
Obanos 937
Legarda 106
Muruzábal 295
Uterga 199
Adiós 174
Úcar 150
Añorbe 508
Enériz 295
Tirapu 57
Biurrun-Olcoz 209
Mañeru 388
Cirauqui 482
Artazu 111
Echarren de Guirguillano 36
Mendigorría 1.056
 
 





 











                                                         
Las mujeres romanas suelen ser muy coquetas y dicha cualidad no es reciente sino que ya desde la época de la Antigua Roma prestaban especial cuidado a la estética femenina.
romanas Cuidados estéticos en la Antigua Roma (I)
Una de las cosas en la que más atención  prestaban era el cabello. No solían lavarlo muy seguido, por lo cual les era necesario usar una gran cantidad de perfume para mantener el aroma. Los peinados eran comúnmente rodetes para las mujeres de clases bajas y las de clases altas solían trenzar su cabello y dejar una especie de copete sobre su frente. Otra de las curiosidades era la venta de cabello. Ya desde aquellos tiempos las madres dejaban crecer el pelo a sus hijas y una vez que estas alcanzaban la pubertad lo cortaban y lo vendían en el mercado del pueblo. Los accesorios eran básicamente los moños sujetando los rodetes y las más osadas solían colocar flores en la parte trasera de la cabeza, en la nuca principalmente, sobre todo para asistir a festividades.
Allá por el siglo III a.C era muy común ver postizos de cabello en los peinados femeninos. De hecho muchas mujeres gastaban fortunas por obtener postizos hechos en rulos. El pelo de la cola de caballo era el material usado parea armarlos y las más ricas los compraban hechos de pelo natural comprado en el mercado.
Seguro te sorprenderá enterarte que las romanas usaban cosméticos tal como lo hacen las mujeres de hoy en día, pero para ellas era algo muy normal. Gracias a estudios antropológicos se ha determinado que el henna era uno de los extractos vegetales más utilizados, sobre todo para teñir el cabello y para colorear los ojos.
El arte de la Antigua Grecia es el estilo elaborado por los antiguos artistas griegos, caracterizado por la búsqueda de la «belleza ideal», recreando el «mundo ideal» del modelo platónico, o mediante la «imitación de la naturaleza» en el sentido de la mimesis aristotélica.
La cultura desarrollada por los antiguos griegos establece los fundamentos de la cultura occidental. De ella surgieron los conceptos y principios del arte, la filosofía y el saber posterior.
El arte de la Antigua Grecia se divide estilísticamente en cuatro períodos:
El periodo geométrico se data entorno al año 1000 a. C., aunque se conoce poco sobre el arte griego durante los 200 años precedentes (tradicionalmente conocido como edad oscura griega); el período del siglo VII a. C. atestiguó el lento desarrollo del estilo arcaico según lo observado por el estilo de pintura de 'figura-negra'. El inicio de las Guerras Médicas marcará el final del período arcaico y el comienzo del clásico; el reinado de Alejandro Magno (336 a. C. a 323 a. C.) es tomado como la separación entre el arte clásico y el helenístico.
La Historia de la estética es una disciplina de las ciencias sociales que estudia la evolución de las ideas estéticas a lo largo del tiempo. La estética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la manera cómo el razonamiento del ser humano interpreta los estímulos sensoriales que recibe del mundo circundante. Se podría decir, así como la lógica estudia el conocimiento racional, que la estética es la ciencia que estudia el conocimiento sensible, el que adquirimos a través de los sentidos.[1] Entre los diversos objetos de estudio de la estética figuran la belleza o los juicios de gusto, así como las distintas maneras de interpretarlos por parte del ser humano. Por tanto, la estética está íntimamente ligada al arte y al estudio de la historia del arte, analizando los diversos estilos y periodos artísticos conforme a los diversos componentes estéticos que en ellos se encuentran. A menudo se suele denominar la estética como una «filosofía del arte».[2]
El término estética proviene del griego αἴσθησις (aísthêsis), «sensación». Fue introducido por el filósofo alemán Alexander Gottlieb Baumgarten en su obra Reflexiones filosóficas acerca de la poesía (1735), y más tarde en su Aesthetica (1750).[3] Así pues, la historia de la estética, rigurosamente hablando, comenzaría con Baumgarten en el siglo XVIII, sobre todo con la sistematización de esta disciplina realizada por Immanuel Kant. Sin embargo, el concepto es extrapolable a los estudios sobre el tema efectuados por los filósofos anteriores, especialmente desde la Grecia clásica. Cabe señalar, por ejemplo, que los antiguos griegos tenían un vocablo equiparable al actual concepto de estética, que era Φιλοκαλία (filocalía), «amor a la belleza». Se podría decir que en Grecia nació la estética como concepto, mientras que con Baumgarten se convirtió en una ciencia filosófica.
La estética es una reflexión filosófica que se hace sobre objetos artísticos y naturales, y que produce un «juicio estético». La percepción sensorial, una vez analizada por la inteligencia humana, produce ideas, que son abstracciones de la mente, y que pueden ser objetivas o subjetivas. Estas ideas provocan juicios, al relacionar elementos sensoriales; a su vez, la relación de juicios es razonamiento. El objetivo de la estética es analizar los razonamientos producidos por dichas relaciones de juicios. Por otro lado, las ideas evolucionan con el tiempo, adaptándose a las corrientes culturales de cada época. Dicha evolución es por tanto el objeto de estudio de la historia de la estética
El esteticismo fue una reacción al utilitarismo imperante en la época y a la fealdad y materialismo de la era industrial. Frente a ello, surgió una tendencia que otorgaba al arte y a la belleza una autonomía propia, sintetizada en la fórmula de Théophile Gautier «el arte por el arte» (L'art pour l'art), llegando incluso a hablarse de «religión estética».[123] Esta postura pretendía aislar al artista de la sociedad, buscando de forma autónoma su propia inspiración y dejándose llevar únicamente por una búsqueda individual de la belleza.[124] Dicha premisa partía, por un lado, de la autonomía otorgada a la estética por Kant y, por otro, de la obra de escritores románticos como Tieck y Wackenroder. La belleza se alejó de cualquier componente moral, convirtiéndose en el fin último del artista, que llegaba a vivir su propia vida como una obra de arte –como se puede apreciar en la figura del dandy–.[125] Se llevó la sensibilidad romántica a la exageración, sobre todo en el gusto por lo morboso y terrorífico, surgiendo una «estética del mal», apreciable en la atracción por el satanismo, la magia y los fenómenos paranormales, o la fascinación por el vicio y las desviaciones sexuales.[126] El esteticismo influyó en el prerrafaelismo y el simbolismo francés, y fue predecesor del modernismo.
Uno de los teóricos del movimiento fue Walter Pater, que influyó al denominado decadentismo inglés, estableciendo en sus obras que el artista debe vivir la vida intensamente, siguiendo como ideal a la belleza. Para Pater, el arte es «el círculo mágico de la existencia», un mundo aislado y autónomo puesto al servicio del placer, elaborando una auténtica metafísica de la belleza.[127] Posteriormente, autores como James Abbott McNeill Whistler, Oscar Wilde, Algernon Charles Swinburne y Stéphane Mallarmé desarrollaron esta tendencia hasta un elevado grado de refinamiento basado únicamente en la sensibilidad del artista. Edgar Allan Poe elaboró en sus relatos un concepto de la belleza como cualidad autónoma, dando primacía a la imaginación y la originalidad. En "El principio poético" (1848), Poe negó la intención moral en la obra de arte, así como su carácter didáctico, defendiendo los elementos fantásticos como principales creadores de la esteticidad del arte. Para Poe, así como la inteligencia se ocupa de la verdad y la moral del deber, es el gusto el que se debe ocupar de la belleza, gusto que concibe como facultad autónoma que tiene sus propias leyes.[128]
Un instinto inmortal, profundamente enraizado en el
EGIPTO
De todos es conocida la mítica belleza de las reinas del antiguo Egipto y cómo los egipcios embalsamaban a sus faraones.
Estos dos factores impulsaron un gran culto a la belleza y a la cosmética, principalmente en las cortes faraónicas.
Los ritos funerarios se caracterizaban no solo por embalsamar los cuerpos de los difuntos, sino también por depositar junto a ellos toda clase de objetos, alimentos y materiales preciosos para que en la vida futura disfrutasen de los bienes terrenales. Entre los objetos se encontraban peines de marfil, cremas, negro para los ojos, polvo, etc., dentro de pequeños recipientes en los que estaban grabadas las instrucciones para su uso.
El refinamiento de los cuidados estéticos era enorme. Fórmulas secretas embellecían a las reinas de Egipto que, con mucha rapidez, eran imitadas por sus cortesanas.
Los peinados, las pelucas, los baños de leche, las estilizadas siluetas, todo formaba parte de una cultura en la que lo espiritual, el arte, la religión y la ciencia tenían una importancia fundamental.
Especial atención merecían el cabello, la piel y los ojos. El cabello era teñido con henna, consiguiendo mil matices encarnados o bien se rasuraba completamente para facilitar los continuos cambios de pelucas, sumamente sofisticadas.
Con ungüentos, afeites y baños perfumados o de leche cuidaban de mantener una piel tersa y extremadamente suave.
Los ojos se remarcaban en negro, engrandeciendo y suavizando su forma natural.
El carmín de los labios, el blanco para restar vivez a la cara, el rojo-naranja para las mejillas, eran productos extraídos de plantas y arbustos.
Usaban antimonio para cambiar el color de los párpados en azul y verde, realzando así más las pestañas.
Las dos reinas que más se significaron por su belleza y sus secretos de estética fueron Nefertiti y Cleopatra.
De Nefertiti se recuerda aun su estilizada silueta, a pesar de haber tenido seis hijos, siendo ella quien extendió la moda del color verde para los párpados. El hermoso busto de esta reina, esposa de Amenhotep IV, se conserva en magnífico estado en un museo de Berlín.
De Cleopatra se cuenta que fue la mujer que reunió más secretos sobre el cuidado de su belleza: sus mascarillas, su maquillaje y sus baños de leche pasaron a la historia.
GRECIA
Grecia fue la civilización de la belleza. Ha sido tal su influencia en las culturas occidentales posteriores que su cultura y su arte han configurado el llamado ideal clásico de belleza. Eran, en contraste con los egipcios, todos los estamentos sociales los que compartían su inquietud por la estética. Hasta tal extremo llevaron este gusto por la belleza que en uno de sus libros, Apolonio de Herofila explica que "en Atenas no había mujeres viejas ni feas". De hecho fueron los griegos quienes difundieron por Europa gran cantidad de productos de belleza, de fórmulas de cosmética, así como el culto al cuerpo y los baños; en resumen, el concepto de la estética.
La mayor atención la prestaban al cuidado del cuerpo. Los cánones de belleza griegos no toleraban ni la grasa ni los senos voluminosos. Era necesario cultivar el cuerpo para conseguir la perfección estética que consistía en, además de tener senos pequeños y fuertes, poseer un cuello fino y esbelto y los hombros proporcionados.
En los baños era donde este amor por el cuidado del cuerpo tenía lugar. Precedían al baño diversos ejercicios físicos que preparaban al cuerpo para recibir el baño, habitualmente realizado con agua fría. También los masajes tenían un papel importante ya que, junto con el baño y los ejercicios gimnásticos, lograban que en el cuerpo no hubiese rastro alguno de grasa y que se mantuvieran la figura grácil y la piel tersa.
La cosmética, en Grecia, vivió un momento esplendoroso, sobre todo en la utilización de los aceites. Estos se extraían de flores y se empleaban además de en estética, en los actos religiosos, deportivos y en la vida diaria.
Los aceites perfumados se aplicaban después de los baños o de los masajes y se elaboraban de muchas flores distintas, de rosas, de jazmines, tomillo, etc., y su fabricación se concentraba en Chipre, Corinto y Rodas. El cabello se cuidaba con esmero y se elaboraban tintes también con extractos naturales.
El maquillaje de las mujeres en Atenas se basaba en el color negro y azul para los ojos; coloreaban sus mejillas con carmín y los labios y las uñas se pintaban de un único tono.
Se consideraba que el color de la piel de la cara debía ser pálido, ya que era reflejo inequívoco de pasión.
Pero no únicamente las mujeres y los hombres griegos tenían esta inquietud por la estética. Sus dioses buscaban también el ideal de la belleza. La figura de la diosa Afrodita de Cridona nos ha llegado reproducida en el momento en el que está desnudándose para entrar al baño.
ROMA
En el Imperio romano la estética constituyó una auténtica obsesión. Hombres y mujeres atesoraban fórmula de cosméticos, se maquillaban, peinaban y depilaban por igual.
Baños y masajes, vestidos y peinados o el cuidado del cuerpo no eran exclusivos del sexo femenino, sino que todos los romanos querían embellecerse y cuidarse.
Pero, contrariamente a Grecia, no existía un único ideal de belleza, ya que las sucesivas conquistas del Imperio romano recogieron influencias dispares de los pueblos dominados. Un ejemplo de ello lo constituye la "locura" de las romanas por ser rubias. Sucedió a la vuelta de la conquista por Julio César de los territorios germánicos. Los esclavos que con él trajo, sorprendieron por el color de su cabello y de su cutis. Con gran velocidad circularon por Roma fórmulas y ungüentos para cambiar el color, generalmente moreno, de la piel y el cabello de las romanas.
En Egipto y en Grecia se inició la costumbre de tener esclavas dedicadas exclusivamente al cultivo de la belleza de sus amos. Esta costumbre se acentuó en la época romana y las esclavas se especializaron en temas concretos: baños, maquillaje, tocados, etc.
Sobresalen las romanas por el especial cuidado que dedicaban a los tocados. Sofisticados y barrocos hasta lo increíble, se hacían con materiales considerados preciosos. Perlas, telas, flores, mallas bordadas, eran manipuladas hasta conseguir el tocado más refinado.
La popularización del baño llegó al extremo de edificar, en Roma, los conocidos baños de Caracalla, con capacidad para 1.600 bañistas o los aun mayores baños termales de Diocleciano que podían acoger simultáneamente a 3.000 bañistas. Solo en el siglo IV había en Roma 900 establecimientos de baños termales. 

Las mujeres romanas más ricas prestaban especial atención al cuidado de la piel, por eso utilizaban grasa vacuna refinada tal como hoy en día nosotros usamos las cremas humectantes. A su vez, los hombres solían regalara a sus amadas los mejores perfumes traídos de Oriente para que estas perfumaran sus cuerpos y prendas.espíritu del hombre, es de este modo, dicho sin rodeos, un sentido de lo Bello.

En lo que a la higiene respecta, sabemos que en la Antigüedad el baño no era algo muy frecuente, por eso siempre se recurría a la utilización de aceites esenciales y perfumes corporales para evitar el baño tan seguido.
Si te preguntas cuanta importancia le daban los hombres romanos a la estética, te cuento que no fue hasta el siglo IV a.C que empezaron a preocuparse por su imagen. Hasta ese momento solo se daban duchas en ocasiones especiales y dejaban crecer por largos periodos sus barbas y cabello. Como te decíamos, recién en principios del siglo IV comenzaron a cortar sus cabellos y a lucir sus rostros sin nada de barba ni bigotes.
Llega la etapa Republicana y es allí en donde todo cambia de repente: los romanos, tal como sus mujeres, comienzan a colorear sus cabellos canosos con henna y como si esto fuera poco, empiezan a llevar el pelo bien corto el cual solían peinar con “calamistro”, una especie de rizador antiguo que consistía en un hierro calentado a altas temperaturas  que rizaba el cabello en cuestión de segundos.

Los orígenes de la estética se remontan a la prehistoria. A través del arte y de los instrumentos de uso cotidiano que han llegado hasta nuestros días, podemos ver cómo ya entonces existía una preocupación por la belleza.
La cualidad que se aprecia más en la mujer y que se toma como símbolo de ésta es la fertilidad. Las esculturas y grabados nos muestran figuras femeninas voluminosas, incluso deformes, que reflejan el interés de los prehistóricos por la fertilidad, tan necesaria para la continuidad biológica del grupo.
Entre los hallazgos más antiguos que hacen alusión al incipiente interés femenino por la belleza, encontramos un grabado en las cercanías de Oslo, Noruega. Este grabado reproduce la figura de una mujer embadurnándose con grasa de reno, animal que está al lado de la figura femenina. También en Austria, la conocida Venus de Willendorf, y en la Costa Azul Francesa, la Venus de Grimaldi, se han hallado representaciones de mujeres simbolizándola preocupación de éstas por el cuidado de su belleza.
Los productos de que disponía la mujer prehistórica se limitaban, prácticamente, a la arcilla, tierras de distintos pigmentos colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales.
El afeite más antiguo que se conoce estaba compuesto de sulfuro de antimonio.
La Biblia.
Será en la Biblia donde encontraremos las primeras referencias de la belleza en la antigüedad.
El texto recoge acontecimientos en los que el papel de la estética es significativo, por ejemplo el caso de la reina de Israel, Jezabel, quien “adornó su cutis con afeites para seducir a Jehú y para hablarle con mayores poderes de seducción”, o cómo esta misma reina adornaba su rostro con “schrouda”, como aún hoy en día hacen las mujeres tunecinas.
Otro ejemplo narrado en la Biblia es el de Ester, reina de Babilonia, quien embellecía con afeites sus maravillosos ojos, hasta el punto de ser considerada la mujer con los ojos más bellos que nunca existió.

Egipto: Una Belleza Sofisticada.

De todo es conocida la mítica belleza de las reinas del antiguo Egipto y cómo los egipcios embalsamaban a sus faraones.
Estos Dos factores impulsaron un gran culto a la belleza y a la cosmética, principalmente en las cortes faraónicas.
Los ritos funerarios se caracterizaban no sólo por embalsamar los cuerpos de los difuntos, sino también por depositar junto a ellos toda clase de objetos, alimentos y materiales preciosos para que en la vida futura disfrutasen de los bienes terrenales. Entre estos objetos se encontraban peines de marfil, cremas, negro para los ojos, polvo, etc., dentro de pequeños recipientes en los que estaban grabadas las instrucciones para su uso.
El refinamiento de los cuidados estéticos era enorme. Fórmulas secretas embellecían a las reinas de Egipto que, con mucha rapidez, eran imitadas por sus cortesanas.
Los peinados, las pelucas, los baños de leche, las estilizadas siluetas, todo formaba parte de una cultura en la que lo espiritual, el arte, la religión y la ciencia tenían una importancia fundamental.
Especial atención merecían el cabello, la piel y los ojos. El cabello se teñía con henna, consiguiendo mil matices encarnados o bien se rasuraba completamente para facilitar los continuos cambios de pelucas, sumamente sofisticadas.
Con ungüentos, afeites y baños perfumados o de leche cuidaban de mantener una piel tersa y extremadamente suave.
Los ojos se remarcaban en negro, engrandeciendo y suavizando su forma natural.
El carmín de los labios, el blanco para restar vives a la cara, el rojo-naranja para las mejillas, eran productos extraídos de plantas y arbustos.
Usaban antimonio para cambiar el color de los párpados en azul y verde, realzando así más las pestañas.
Las dos reinas egipcias que más se significaron por su belleza y sus secretos de estética fueron Nefertiti y Cleopatra.
De Nefertiti se recuerda aún su estilizada silueta, a pesar de haber tenido seis hijos, siendo ella quien extendió la moda del color verde para los párpados. El hermoso busto de esta reina, esposa del faraón Amenhotep IV se conserva en magnífico estado en un museo de Berlín.
De Cleopatra se cuenta que fue la mujer que reunió más secretos sobre el cuidado de su belleza; sus mascarillas, su maquillaje y sus baños de leche pasaron a la historia.

Grecia: El Culto a la Belleza.

Grecia fue la civilización de la belleza. Ha sido tal su influencia en las culturas occidentales posteriores que su cultura y su arte han configurado el llamado ideal clásico de belleza. Eran, en contraste con los egipcios, todos los estamentos sociales los que compartían esta inquietud por la estética. Hasta tal extremo llevaron este gusto por la belleza que, en uno de sus libros, Apolonio de Herófila explica que “en Atenas no había mujeres viejas ni feas”.
De hecho, fueron los griegos que difundieron por Europa gran cantidad de productos de belleza, de fórmulas de cosmética, así como el culto al cuerpo y los baños; en resumen el concepto de la estética.
La mayor atención la presentaban al cuidado del cuerpo. Los cánones de belleza griega no toleraban ni la grasa ni los senos voluminosos. Era necesario cultivar el cuerpo para conseguir la perfección estética que consistía en, además de tener senos pequeños y fuertes, poseer un cuello fino y esbelto y los hombros proporcionados.
En los baños era donde este amor por el cuidado del cuerpo tenía lugar. Precedían al baño diversos ejercicios físicos que preparaban el cuerpo para recibir el baño, habitualmente realizado con agua fría.
También los masajes tenían un papel importante ya que, junto con el baño y los ejercicios gimnásticos, lograban que en el cuerpo no hubiera rastro alguno de grasa y que se mantuvieran la figura grácil y la piel tersa.
La cosmética en Grecia, vivió un momento esplendoroso, sobre todo los aceites. Éstos se extraían de flores y se empleaban además de en estética, en los actos religiosos, deportivos y en la vida diaria.
Los aceites perfumados se aplicaban después de los baños o de los masajes y se elaboraban de muchas flores distintas, de rosas, de jazmines, tomillo, etc., y su fabricación se concentraba en Chipre, Corinto y Rodas. El cabello se cuidaba con esmero y se elaboraban tintes también con extractos naturales.
El maquillaje de las mujeres de Atenas se basaba en el color negro y azul para los ojos; coloreaban sus mejillas con carmín y los labios y las uñas se pintaban de único tono.
Se consideraba que el color de la piel de la cara debía ser pálido, ya que era reflejo inequívoco de pasión.
Pero no únicamente las mujeres y los hombres griegos tenían esta inquietud por la estética. Sus dioses buscaban también el ideal de la belleza. La figura de la diosa Afrodita de Cridona nos ha llegado reproducida
en el momento en el que está desnudándose para entrar en el baño.

Roma: Seguidores de las Tradiciones Estéticas Griegas.

En el imperio romano la estética constituyó una auténtica obsesión. Hombres y mujeres atesoraban fórmulas de cosméticos, se maquillaban, peinaban y depilaban por igual.
Baños y masajes, vestidos y peinados o el cuidado del cuerpo no eran exclusivos del sexo femenino, sino que todos los romanos querían embellecerse y cuidarse.
Pero, contrariamente a Grecia, no existía un único ideal de belleza, ya que las sucesivas conquistas del Imperio romano recogieron influencias dispares de los pueblos dominados. Un ejemplo de ello lo constituye la “locura” de las romanas por ser rubias. Sucedió a la vuelta de la conquista por Julio César de los territorios germánicos. Las esclavas que con él trajo sorprendieron por el color de su cabello y de su cutis. Con gran velocidad circularon por Roma fórmulas y ungüentos para cambiar el color, generalmente moreno, de la piel y el cabello de las romanas.
En Egipto y en Grecia se inició la costumbre de tener esclavas dedicadas exclusivamente al cultivo de la belleza de sus amas. Esta costumbre se acentuó en la época romana y las esclavas se especializaron en temas concretos: baños, maquillaje, tocados, etc. Sobresalen las romanas por el especial cuidado que dedicaban a los tocados. Sofisticados y barrocos hasta lo increíble, se hacían con materiales considerados preciosos. Perlas, telas, flores, mallas bordadas, eran manipuladas hasta conseguir el tocado más refinado.
La popularización del baño, llegó al extremo de edificar, en Roma, los conocidos baños de Caracalla, con capacidad para mil seiscientos bañistas, o los aún mayores baños termales de Diocleciano que podían acoger simultáneamente a tres mil bañistas. Sólo en el siglo IV había en Roma novecientos establecimientos de baños termales
  Las romanas también se depilaban para estar bellas, comenzaban en la adolescencia a depilarse el vello púbico cuando empezaba a aparecer.
  Usaban pinzas llamadas "volsella", "dropax" y ceras a base de resinas y "philotrum" ( brea ).
  En los baños públicos había cuartos para la depilación.
  Había esclavos especializados, "alipilarus" que depilaban en los prostíbulos el vello púbico de las cortesanas.