jueves, 17 de marzo de 2011

Aragón (Aragón en aragonés, Aragó en catalán)[1] es una comunidad autónoma de España, resultante del reino histórico del mismo nombre y que comprende el tramo central del valle del Ebro, los Pirineos centrales y las Sierras Ibéricas. Está situada en el norte, y limita con Francia (Mediodía-Pirineos y Aquitania) y con las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, La Rioja, Navarra y Comunidad Valenciana. Está reconocida en su Estatuto de autonomía como nacionalidad histórica.
El Reino de Aragón con el Condado de Barcelona, el Reino de Valencia y el Reino de Mallorca, entre otros territorios de los actuales países de Francia, Italia o Grecia entre otros, conformaron la histórica Corona de Aragón. Desde 1978 es una comunidad autónoma española, compuesta por las provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza, y que se articula en 32 comarcas y 1 delimitación comarcal. Su capital es la ciudad de Zaragoza. El 23 de abril se celebra la festividad de San Jorge, día de Aragón.
Desde el 2 de agosto de 1999, Marcelino Iglesias Ricou (PSOE-Aragón) es el presidente autonómico de Aragón en coalición con el PAR.

Clima y vegetación

Formigal en invierno.
Aunque el clima de Aragón puede considerarse, en general, como continental moderado por las interferencias con el clima mediterráneo. Su irregular orografía hace que se creen varios climas o microclimas a lo largo y ancho de toda la comunidad. Desde la alta montaña del Pirineo central al norte, con hielos perpetuos (glaciares), hasta zonas esteparias o semidesérticas, como los Monegros, pasando por el clima continental intenso de la zona de Teruel-Daroca.
Paraje de los Monegros, de clima árido y temperaturas extremas.
Las características principales del clima aragonés son:[2]
  • La aridez, producto de una situación de cubeta encajada entre las cordilleras montañosas pirenaicas del norte y del Sistema Ibérico al sur, que hace descargar las lluvias en estas estribaciones elevadas y crea una situación central de ausencia de precipitaciones y contrastes de temperaturas, con estaciones extremas muy prolongadas con inviernos muy fríos y veranos calurosos, y de transición —primavera y otoño— cortas y variables, todo ello propio del clima continental específico de la península ibérica.
  • La irregularidad de las lluvias debida al componente climático mediterráneo, con alternancia de años secos y húmedos.
  • Las corrientes de aire que se encajonan en el valle medio del Ebro de noroeste a sureste (cierzo), que destaca por su intensidad y frecuencia, y de sureste a noroeste (bochorno).
Las temperaturas medias son muy dependientes de la altura. En el valle del Ebro los inviernos son relativamente moderados (aunque la sensación térmica disminuya mucho con el cierzo) y las temperaturas en verano pueden alcanzar los 40 °C. En las zonas de montaña los inviernos son más largos y las temperaturas medias pueden ser hasta 10 °C más bajas que en el valle.
Dos son los vientos más importantes de Aragón: el cierzo del norte y el bochorno de levante. El primero es un viento que recorre el valle del Ebro de noroeste a sureste y que puede presentar gran fuerza y velocidad. El segundo es un viento cálido, más irregular y suave procedente del sur-este.
La vegetación sigue las oscilaciones del relieve y del clima. Hay una gran variedad, ya sea vegetación silvestre o cultivos humanos. En las zonas altas se pueden encontrar bosques (pinos, abetos, hayas, robles), matorrales y prados, mientras que las zonas del valle del Ebro son explotadas para uso agrícola.

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